Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
N º1 ALEJANDRO VALVERDE
Cierra un sensacional año 2018, con el título mundial y la primera posición en el UCI World Ranking A sus 38 años, el murciano ya piensa en el 2019 y quiere llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020
De no ver la luz al final del túnel a estar rodeado por todos los flashes. En poco más de un año Alejandro Valverde ha pasado de dudar de su futuro como ciclista profesional tras la dura y grave caída en la contrarreloj inaugural del Tour de Francia de 2017, a ser el mejor del mundo. Y nunca mejor dicho, después de conseguir la ansiada medalla de oro en el Campeonato del Mundo de Innsbruck (Austria) y de acabar la temporada en la primera posición del UCI World Ranking de la Unión Ciclista Internacional (UCI), la clasificación que contabiliza todas las carreras del calendario internacional y única vigente a partir de la próxima temporada, ya que en el 2019 desaparece el UCI World Tour Ranking. Si a principios de julio del año pasado, cuando estaba recuperándose de las fracturas en la rótula y en el astrágalo en una cama del hospital de Düsseldorf (Alemania), le leen el futuro y le dicen que 2018 iba a ser un año tan bueno como el que ha sido no se lo hubiera creído, sobre todo si recordamos las palabras que dijo en cuanto vio el alcance de la caída del Tour: “Me dije, la carrera deportiva se ha acabado”.
Pacto con el diablo
Pero, si por algo se ha caracterizado este murciano a lo largo de su trayectoria es por tener más vidas que un gato. No sólo regresó a la competición, sino que ha completado una de sus mejores temporadas, tanto que se ve con fuerzas de seguir unos años más. Tiene contrato con Movistar hasta el 31 de diciembre de 2019 y sueña con llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. ¿Por qué va a bajarse de la bici si muestra un nivel competitivo excelso, muy superior en la mayoría de los objetivos que se marca que sus rivales? Otros ciclistas, a su edad, y después de 17 temporadas –es un ejemplo de longevidad–, estarían pensando en una dorada jubilación, pero él sigue amando el ciclismo como el primer día, sólo así puede entenderse que siga no ya rindiendo al nivel que lo hace, sino siendo tan profesional cuando toca entrenar duro y sacrificarse.
Superada la terrible caída del Tour, Valverde –que acumula ya 122 victorias como profesional– regresó a la competición el 25 de enero en Mallorca, y la concluyó el 13 de octubre en Lombardía. 10 meses en los que ha completado 13.152,5 km en 80 días –muchos más que Yates, Thomas, Froome o Dumoulin– y en los que ha logrado nueve victorias parciales y las generales de la Volta a Valencia, Abu Dhabi Tour, Ruta Occitania, Volta Ciclista a Catalunya y el maillot arcoíris que lucirá en el 2019.
Un trabajo y una dedicación que se ha visto recompensado con el número 1 del UCI World Ranking, el broche de oro a una temporada soñada. Se hizo con el liderato tras acabar la Vuelta, escalando cinco posiciones y desbancando del trono a Peter Sagan, a quien también destronó en Innsbruck después que el eslovaco ganara previamente tres Mundiales de forma consecutiva.
A sus 38 años, Alejandro Valverde es el nuevo y eternamente joven rey del ciclismo