Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Barça y Füchse repiten la final de 2017
Los de Xavi Pascual hicieron una gran segunda parte y superaron al Montpellier, actual campeón de Europa
Montpellier HB-Barça Lassa 30-37 Montpellier HB: Portner (-), Kavticnik (4), Richardson (10), Causse (-), Villeminot (3), Soussi (5), Mamdohu (3), siete inicial. Pierre (-), Greville (3), Faustin (-), Bonnefont (1), Simonet (-), Porte (1), Agfour (-) Barça Lassa: Pérez de Vargas (-), Áleix Gómez (6), Dika Mem (6), Raúl Entrerríos (1), Fabregas (1), Thiagus Petrus (-), Mortensen (7) -siete inicial-. Möller (-), Sorhaindo (1), N’ Guessan (7), Thiagus Petrus (-), Victor Tomás (2), Ariño (1), Palmarsson (2), Andersson (1) y Dolenec (2) Parciales: 3-3, 5-7, 9-10, 13-11, 15-14, 19-18 (descanso) 21-21, 24-24, 26-27, 27-31, 28-32 y 30-37 (final) Árbitros: Martin Gjeding y Mads Hansen Incidencias: Partido de semifinales disputado en el Duhail Sports Hall de Doha de Qatar ante un total de 350 espectadores Al Sadd SC- Füchse Berlin 20-26 Al Sadd SC: Alihodzic, Olukunle; Sattam (-), Mahmood (1), Abdulhadi (-), Haj Youssef (8), Nowraddine Denguir (5), Ashraf SG (1), Edham (-), Mohamed A Bakhder (2), Mitrovic (-), Alnoori A (2), Abdulmuhsein Saleh (-), Binhassan (1) Füchse Berlin: Heinevetter, Semisch; Wiede (1), Elisson (4), Holm (6), Gojun (-), Lindberg (6), Zachrisson (4), Simak (1), Schmidt (3), Jallouz (-), Reißky (-), Marsenic (1) Parciales: 1-2, 2-3, 2-7, 3-9, 5-9, 9-11 (descanso) 14-16, 15-19, 16-22, 18-23 y 20-26 (final) Árbitros: Ramzi Khenissi e Ismail Boualloucha Incidencias: Segundo partido de semifinales disputado en el Duhail Sports Hall de Doha de Qatar ante 300 espectadores
Tras la gran jornada de balonmano vivida ayer ya está decidida la final de la IHF Super Globe del viernes, que disputarán mañana (18.00 horas) el Barça Lassa y el Füchse Berlín, después de que ambos vencieran sus respectivos partidos de semifinales. El primer duelo en disputarse fue el más esperado, el Montpellier-Barça. Un choque entre dos pesos pesados que ya se está convirtiendo en un clásico del balonmano. Cuando estamos en los primeros meses de competición el de ayer ya era el tercer enfrentamiento entre ambos, el segundo oficial, y como en los anteriores el Barça acabó logrando la victoria.
El electrónico del Duhail Sports Hall de Doha reflejó a la conclusión de los 60 minutos un abultado 30-37, una diferencia de siete goles que desdibuja un poco el esfuerzo que tuvieron que hacer los discípulos de Xavi Pascual para disputar su segunda final consecutiva.
Prueba de ello es que al descanso el Montpellier se fue mandando en el marcador por un gol de diferencia, 19-18, después de un primer tiempo abierto, en el que ambos equipos tuvieron una renta máxima de tres goles y en el que el ataque del vigente campeón de Europa fue superior a la defensa blaugrana. Richardsson, Soussi y Kavticnik fueron una pesadilla para la defensa catalana. “Estamos confundiendo algunas cosas”, les dijo Xavi Pascual a sus jugadores en un tiempo muerto, y no le faltaba razón.
Por fortuna, los jugadores del Barça asimilaron el mensaje del técnico y a medida que el segundo periodo avanzaba fueron mostrándose superiores. Las apariciones de Pérez de Vargas en la portería, una mejor defensa basada en la agresividad y en la anticipación, que permitió al Barça correr, y un ataque plural fueron las armas de los blaugrana para acabar superando a un rival que se quedó sin argumentos. Los lanzamientos lejanos de N’Guessan, las apariciones de Aleix Gómez, la seguridad de Mortensen desde los siete metros o el trabajo de Ludovic Fàbregas fueron decisivos para que el Barça luche mañana por conquistar el que sería su cuarto título de campeón del Mundial de clubs, tras los logrados en las ediciones de 2013, 2014 y 2017.
El rival, un viejo conocido, el Füchse Berlín, que tuvo un partido mucho más plácido ante el Al Sadd, 20-26, a quien el Barça superó por 37-28. Será la cuarta presencia consecutiva del conjunto germano en la final, de las que ha ganado las de 2015 y 2016, y perdido la de la temporada pasada, en la que cayó por cuatro goles de diferencia ante el Barça, 29-25