Un partido para preocuparse

Hay dos afirmaciones que pueden definir el partido de ayer. Los mejor fue el resultado y el rojiblanco más destacado fue Iago Herrerín, el portero que de forma sorprendente ocupó la titularidad. Estas dos consideraciones ponen en muy mal lugar el juego desplegado por el equipo.

El Athletic estuvo a merced completamente del Eibar. No solo no generó un pizca de fútbol sino que tampoco fue capaz de romper el juego intenso y de presión en campo contrario que propone el conjunto local. Es cierto que armeros no crearon excesivas ocasiones de peligro, pero si la victoria se decidiera a los puntos como en el boxeo el triunfo se tendría que haber quedado en la localidad guipuzcoana.

Los leones sumaron un nuevo empate, algo importante para no verse en descenso después de ocho partidos disputados, pero ahí acaban sus méritos.

El Athletic no genera fútbol. Ayer era el momento para que Unai López se reivindicara ante la baja de

Beñat, pero el donostiarra pasó desapercibido. Lo cierto es que quizá el error fue alinearle en un partido de estas características, teniendo en cuenta que el balón pasa poco por los centrocampistas cuando está de por medio el Eibar y más cuando juega en su campo.

Apesar de que el resultado fue lo mejor de la tarde, el partido nos deja muy preocupados. El equipo tiene problemas para llevar la iniciativa en San Mamés, se agarra al resultado como ayer en Ipurua y lo que es más decepcionante, no aparece por ningún lado el plan que propone