El Real Madrid mantiene su racha pese a las ausencias

Los de Laso se escaparon en la primera mitad y resistieron las reacciones del ‘0bra’

Poco importó que el Real Madrid se presentara en Fontes do Sar sin cuatro bastiones –Llull, Ayón, Thompkins y Taylor– y después de jugar tres partidos en los siete días previos, con sus consiguientes viajes. Dos arreones, uno mediado el primer cuarto y otro al inicio del segundo, le sirvieron para abrir una brecha que resultó decisiva y que le hizo vivir un partido más plácido de lo que hubiera imaginado.

El Obradoiro, enemigo acostumbrado otrora a poner muchas trampas en el camino del equipo de Pablo Laso, se vio lejos demasiado pronto, como en la semifinal de la Supercopa, y, aunque nunca se rindió, tampoco se vio con opciones reales de entrar en batalla.

No había sido malo el primer cuarto del equipo santiagués, algo falto de acierto en ataque pero fiable en defensa, sobre todo en los cinco primeros minutos. Pero Yusta y Randolph se encargaron de engrasar la maquinaria ofensiva madridista y abrir una primera brecha (13-23). Se le acumularon a los hombres de Moncho Fernández los problemas en el arranque del segundo cuarto. Un parcial de 2-16, con un par de triples letales de Carroll, hicieron que la ventaja se convirtiera en un mundo (23-43). Aprovechó el conjunto compostelano la buena mano de Obst, máximo anotador del encuentro, para encestar dos triples y forzar a Laso a solicitar un tiempo (33-46, min. 17). El Madrid reaccionó y cada vez que el equipo local amenazó con meterse en partido, la réplica fue contundente.

El Obradoiro, incapaz de engancharse para tener opciones, se encontró además con algunas decisiones arbitrales que no le beneficiaron, con diferencias en el criterio a la hora de señalar las faltas a ambos equipos que sacó por momentos del partido al equipo y a una afición ejemplar, que simultaneó los ánimos a sus jugadores con la reprobación al trío arbitral.

Tan confortable fue la sensación de superioridad del Real Madrid que Laso pudo hacer las rotaciones necesarias para dar descanso a sus jugadores más castigados –Randolph solo jugó el primer cuarto– y ofrecer minutos a hombres con menos bagaje como el canterano Pantzar o Deck

FOTO: EFE Aro pasado de Yusta a lo Julius Erving. El alero tuvo oportunidades y respondió