Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
RAÚL GARCÍA LLEGA A TIEMPO
El cambio del navarro por Williams sirve para dar otra imagen y sumar un punto Pozo, tras un gol anulado por el VAR a Raúl De Tomás, da primero, pero Muniain empata
El Athletic regaló un tiempo y muy probablemente dos puntos ante un Rayo que pudo dejar liquidado el partido aplazado en su día por problemas de seguridad en las gradas de Vallecas. Lo del equipo de Berizzo antes del descanso resultó infumable. En la segunda mitad, sin embargo, la entrada de Raúl García y una actitud totalmente diferente de los rojiblancos (ayer azules por coincidencia de colores) sirvió para nivelar tanto la situación como el marcador. Cuesta entender el porqué de tan lamentables primeros 45 minutos.
El técnico argentino insistió en su apuesta de Ipurua con un centro del campo desbordado tanto a la hora de recuperar como de crear. Susaeta, de vuelta a la titularidad, trató de animar el cotarro, pero se encontró más solo que la una. El Rayo, mientras tanto, hubo momentos en que parecía el mismísimo Bayern.
La presencia de Raúl García, un par de ajuste tácticos más y la orden de abrir el juego por las bandas, sobre todo la derecha, permitió al Athletic hacerse dueño y señor del encuentro tras el descanso. Muniain, otra vez en boca de gol, empujó el balón al fondo de la red; pero la reacción bilbaína no dio para más, sobre todo a nivel de marcador.
Los leones salen de puestos de descenso, pero no aprovechan este desplazamiento ante el vicecolista para coger aire en la tabla y confianza a ras de césped. Cuesta entender la tozudez del míster a la hora de apostar por una idea que ya salió rana, o casi, el domingo.
Dos cambios en el once
Míchel, con su equipo en situación crítica, optó por tirar del mismo bloque titular del domingo ante el Getafe con tres cambios en su once. Alex Moreno entró en el lateral zurdo, Pozo en la media y Kakuta en la delantera. El míster local contaba con la baja de Trejo por sanción.
Berizzo, pese al penoso encuentro de Ipurua, se mantuvo en su trece. El míster rojiblanco metió a Nolaskoain por Yeray en el eje de la zaga y a Susaeta por Raúl García en el interior diestro. El resto, los mismos
que ante el Eibar. El medio del campo bilbaíno volvió a quedar compuesta por Dani García, Unai López y Muniain.
El Rayo salió con rabia del vestuario, con ganas de enmendar la plana, con ganas de comerse a los leones. El Athletic, en cambio, mostró una actitud poco acorde con su necesidad clasificatoria, al menos de partida.
El VAR favoreció esta vez los intereses de los leones al dejar sin validez un gol de De Tomás, previo manotazo, que parecía que iba a subir al marcador. El Rayo ni se inmutó, siguió a lo suyo. La debilidad defensiva de los de Berizzo y su nulidad ofensiva venían a favorecer sus indisimuladas intenciones. Pozo, en tal coyuntura, aprovechó un balón largo para acomodárselo y cruzarlo al fondo de la red de Herrerín.
Los bilbaínos, entonces sí, parecieron ser conscientes de su auténtica situación. Tras sufrir algún que otro apuro más atrás optaron, por fin, por proyectarse en ataque. Un ejercicio baldío salvo en una acción en la que Aduriz reclamó penalti por empujón. Ni árbitro ni VAR apreciaron nada punible.
El arranque de la segunda parte del Athletic nada tuvo que ver. Los bilbaínos metieron un par de marchas más a su juego, abrieron el campo y agradecieron la aportación del siempre cumplidor Raúl García, el sustituto de Williams. El navarro puso a prueba a Alberto a las primeras de cambio. El ímpetu de los leones obligó al Rayo a replegarse. La insistencia visitante acabó dando sus réditos con un gol, otro más de saber estar, de Muniain.
Los locales volvieron a decidirse a buscar la portería rival. El encuentro ganó en emoción. Míchel recurrió a Álvaro, Alegría y muy a última hora a Bebe. Berizzo completó su capítulo de cambios con San José y Capa. Aduriz y Raúl García pudieron hacer la diferencia en la recta final, pero no lo lograron. El Athletic suma, pero...