El míster tiene crédito

A Berizzo no le están saliendo las cosas en Bilbao como se esperaba. A su Athletic, tampoco. Las palabras pierden toda su importancia cuando el balón empieza a rodar y el fluido discurso del míster poco o nada tiene que ver con lo que sucede a ras de césped.

No es momento, en cualquier caso, de dudar de su capacidad para tripular la nave rojiblanca. Al contrario. El míster argentino necesita ahora el apoyo que muchos negaron a Ziganda la pasada campaña. Estas diez primeras jornadas de Liga han servido para demostrar a propios y extraños que el gran problema del conjunto bilbaíno no radica en el inquilino del banquillo.

Interesa, en cualquier caso, que Berizzo dé cuanto antes con la tecla adecuada. Que el vestuario siga confiando plenamente en él y en su propuesta futbolística, algo que a tenor de las declaraciones realizadas ayer por Herrerín se da por supuesto a estas alturas de partido. No tengo tan claro que con Kuko sucediera lo mismo un año antes.

Mejor, por tanto, estar atentos a lo que se celebra y aparcar el pasado más o menos lejano. Lo que pasó, pasó. Es momento de apretar los puños, estrujarse la cabeza, creer en uno mismo y, sobre todo, de empezar a ganar partidos. El lunes en Cornellà, sin ir más lejos.

O jo al reto porque se las trae. El Espanyol de Rubi gana todo lo que juega como local. Los pericos suman cuatro de cuatro en su casa, doce puntazos, pero el Athletic no conoce la derrota fuera. No es momento, por tanto, de desconfiar de Berizzo. Ánimo