Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los rojiblancos ya no entonan “Mi gran noche”
La necesidad de victoria en este feudo maldito en Liga pero idóneo en Copa queda vigente otro año más
Mucho se había hablado en los últimos días sobre la mala racha del Athletic en casa del Espanyol. Tanto en Montjüic, tras el traslado desde Sarriá, como en Cornellà-El Prat. Dos décadas, entre una y otra cosa, sin que los leones ganasen en el feudo perico (0-1, Julen Guerrero en 1997-98). El año que viene serán 21 campañas porque ayer también se hincó la rodilla.
El Athletic, digan lo que digan, sí sabía lo que era ganar al Espanyol en su nuevo estadio. Fue quizás el encuentro más trascendente entre ambos rivales en este escenario. El pase a la final de la Copa de 2015.
Los blanquiazules dejaron escapar con vida a los rojiblancos en San Mamés. El 1-1 de Bilbao, cierto es, les daba cierta ventaja; pero el equipo de Valverde enmendó la plana fuera al imponerse por 0-2 con goles de Etxeita y Aduriz.
El Espanyol preparó a conciencia aquel envite. Su afición, también. El viejo éxito de Raphael “Mi gran noche” se convirtió en una especie de himno para los pericos. El tema, sin embargo, se lo acabaron apropiando los leones. Esta canción también es historia.
Tres jugadores locales de aquel equipo de Sergio, el actual míster del Valladolid, estuvieron ayer en la convocatoria de Rubi. Sergio García, titular en ambas citas, Javi López y Víctor Sánchez. La representación rojiblanca de ayer y entonces resultó mucho más amplia.
Borja Iglesias, autor del gol, es el fichaje más caro de la historia del Espanyol: 10 kilos Ni ataque, ni defensa Los partidos se deciden en las áreas y el Athletic dio muestras ayer de su debilidad tanto atrás como en ataque.
La raza de Núñez El joven defensa jarrillero tuvo que entrar en el minuto 15 por el lesionado Yeray y, pese a la inactividad, dio el callo.
Iago, De Marcos, San José, Rico, Williams y Aduriz dentro del once; Beñat y Susaeta en el banquillo; y Unai López, descartado. El ‘plan renove’ funciona a distinto ritmo en uno y otro club. Un tema para pensar y reflexionar con calma, sobre todo ahora que el panorama pinta negro, muy negro, en el Athletic.
Parece mentira, pero es verdad. El Espanyol se situó ayer en segunda posición de la tabla de Primera con menos de 15.000 personas en su estadio. El fichaje más caro de su historia, el delantero gallego Borja Iglesias, marcó la diferencia con un gol de cabeza tras un balón muy bien tocado. El ariete, por cierto, tan solo costó 10 millones de euros.
El Athletic, sin embargo, ha desembolsado mucho más dinero por dos de sus defensas y el equipo no acaba de funcionar ni atrás ni arriba. No es momento, en cualquier caso, para claudicar