Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Leiva corta el viento sur
El catalán conquista su segunda Behobia-SS y Aroa Merino bate el récord femenino del recorrido actual
Contra el temido viento sur, bajo un ritmo autoritario y constante y en medio de la entrega que le concedió la fiel hinchada guipuzcoana, Jaume Leiva conquistó su segunda txapela en la 54ª BehobiaSan Sebastián. Triunfo aplastante y en solitario del favorito catalán, autor de un formidable tiempo (1 hora y 20 segundos) e implacable ejecutor desde que se despojó del resto de aspirantes entre Gaintxurizketa y Oiartzun. Iraizt Arrospide e Iván Fernández le acompañaron en el podium de los elegidos.
La Behobia trascurrió a ritmo de Leiva. Desde los metros iniciales al Boulevard. Hasta que, primero Iván Fernández y después Iraitz Arrospide, fueron cayendo como si fueran moscas en un Alto de Gaintxurizketa que a efectos decisivos volvió a cortar el bacalao. El viento sur reinante lo cortó Leiva, que a sus 35 años doblega su presencia en un palmarés que si bien no es homologado guarda entre sus renglones un prestigio conmovedor. Emociona ganar en el Boulevard.
Los termómetros rondaban los 15 grados a primera hora de la mañana, una temperatura más elevada sobre el ideal por el que imploraría el corredor. A Leiva no le pasó factura, pese a que en momentos puntuales de su cadencia se llevaba la mano al limaco. De zancada sobria, sin ninguna excentricidad, el de Terrassa bebía agua y miraba hacia atrás en su travesía en soledad por Errenteria, Pasai Antxo, luego ya en Donostia, entrando por Buenavista y Herrera hasta el Alto de Miracruz. El sube y baja de Leiva era el pasadizo a la gloria para el catalán.
Fue candidato al récord
Sin que le inquietara ningún adversario, Leiva entró con fuerza en Gros, el penúltimo escollo antes de meta, con la Avenida Navarra y su tendencia imperceptible hacia arriba. Ganar la curva de la Zurriola y mirar al mar: el preludio del paraíso. Leiva miraba a los lados, se le escurría cierta sonrisa y saludaba al respetable que le ovacionaba. Pulgar al cielo en el
último kilómetro, señal de inequívoca de éxito. ‘Que se pare el mundo que me bajo’, parecía pensar.
Entre los afectuosos ánimos de la gente y el follaje otoñal que decora con hojas el asfalto, Jaume Leiva se introducía en el Boulevard como un cineasta de alto linaje en Hollywood, en honor de multitudes, gustándose, saltando en la línea de meta. Aún quedándose a escasos compases del récord de Castillejo, no había lugar para más juicios de valor: sólo le importaba entonar el ‘carpe diem’.
En segundo lugar llegó Arrospide, el primer guipuzcoano que se extenuó para escalar una plaza sobre su mejor resultado, el tercero de la pasada edición. El corredor de la Real cruzó la meta por delante de Iván Fernández, atleta que completó un podium cuya mayoría era euskaldun: un catalán, uno de Billabona y un gasteiztarra.
Aroa Merino despliega sus alas
La carrera femenina no tuvo color y sí un solo acento, el canario de Aroa Merino, campeona de la Behobia-San Sebastián por tercera ocasión. La de Arrecife batió el récord de la prueba en su actual recorrido y sacó un minuto a la segunda, Diana Martín. El clima, más común en Canarias por estas fechas, favoreció el ágil ritmo de la fina Merino.
La corredora isleña controló en todo momento un triunfo que se granjeó con rotundidad. Desde el quinto kilómetro fue una contrarreloj individual para Merino, acreedora de un gran tiempo: 1h9’44’’. La madrileña Diana Martín le siguió desde la distancia. El tercer lugar fue ocupado por la aragonesa Alicia Pérez