Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Aquí te espero, Neymar
Si hay alguien que le puede dar la vuelta al calcetín y volver al Barça después de haberle engañado y ridiculizado con su marcha, ese es Neymar. Bartomeu se frota las manos en estos momentos ante la posibilidad de recibir una llamada del entorno de Ney. Pero eso no ha sucedido de momento. El presidente del Barça está al corriente de los contactos y evidencias que están dejando los allegados del brasileño en directivos, jugadores y gente de la casa con el propósito de hacer saber que está loco por volver. No es fácil que el Barça ceda y se rebaje fácilmente, ni enredar al jeque AlKhelaifi para que su estrella se vaya precisamente al club que más detesta, pero si la pirueta más brutal puede hacerse, si ello es posible todo y lo rocambolesco de la operación, en el clan Neymar son unos contrastados especialistas en cambiar de camiseta poniendo la mejor de las caras.
NO DEBERÍA MENOSPRECIARSE la maquinaria y la perseverancia de la cuadrilla que rodea al ‘10’, su padre, Wagner Ribeiro y el oscuro ‘súper-agente’ Pini Zahavi ,elde los contactos más inverosímiles. Bartomeu espera que suene su móvil con un listado de exigencias. De entrada Ney tiene al Barça en los tribunales por la prima de fichaje, que no ha retirado. Debería pedir perdón al club y a los socios por largarse a la francesa o cuanto menos decir que se equivocó; y, naturalmente, forzar él su marcha de París de forma pública. Eso sin contar con que debería cobrar menos que en el PSG y adaptarse a las exigencias económicas de un Barça con el tope salarial en rojo.
PODRÍA PENSARSE QUE LO que busca en realidad Bartu es vengarse del desaire del verano de 2017. Incluso que Pep Segura da cuerda al tema invocando a una decisión de los técnicos para confundir al PSG. Pero el retorno del ‘10’ cuenta con el beneplácito de los pesos pesados de la plantilla. Ney va a por su segunda Ligue 1, pero no ha dejado rastro en Champions, en el Mundial, ni en el Balón de Oro. Tiene pros y contras pero lo cierto es que es de los escasos cracks que pueden llenar el Camp Nou