Argentina, desolada

Tanto la prensa, personalidades como afición clamaron contra la decisión de la Conmebol

Hay un dolor detrás del anuncio a toda orquesta de la final de la Copa Libertadores en el estadio del Real Madrid. Aunque sea un castigo que muchos se merecen por vivir el fútbol de un modo barrabrava, es una tristeza enorme que todo el gran show se traslada a un océano de distancia. Es Boca-River, el partido emblema, el de los dos más grandes, más cerca de Cibeles que del Obelisco para festejar el triunfo inolvidable. Hasta el mismísimo Gabriel Batistuta salió a mostrar su lágrima futbolera. “River-Boca en el Bernabeu. La Superliga sin calendario. La Selección Argentina con un proyecto a seis meses. No podemos ser cómplices de la agonía del fútbol argentino”, posteó en sus redes sociales el Batigol.

Se piensa en si perdió River al ceder la localía. Si la derrota fue de Boca al no poder imponerse en el reclamo y hacer valer las similitudes con el episodio del gas pimienta en 2015. Pero hay una caía más profunda: la cultural de la Argentina. No poder organizar el gran partido. El que volveráajugarsecomopasóenmarzo de este año en Mendoza. Hay un sentimiento de muchísima tristeza que se percibe en la gente. Alcanza con pensar –sin hacer demagogiaen los hinchas que gastaron una fortuna o que viajaron muchísimos kilómetros para ver la final en la cancha y ahora se quedan afuera de un evento histórico. A ellos no les bastará con la devolución de la plata de parte de River ni con un posible juicio.

Aún más tajante fue Gustavo Alfaro, entrenador de Huracán pero básicamente una cabeza lúcida en el mundo del fútbol: “Veo que AFA quiere destruir la Selección; la Superliga, al fútbol argentino. Y entre todos estamos destruyendo un ícono como el River-Boca. Que no lo podamos organizar en nuestro país, cuando teníamos el orgullo de decir que íbamos a jugar la final con los dos equipos más grandes… Nos es- tamos dejando robar el clásico. Nos están robando algo tan argentino como si mañana nos dijeran que no se pueda bailar más tango o que en calle Corrientes no se permitieran más los teatros”.

Con el correr de las horas la pelo- ta volverá a dominar todo. La rivali- dad le dará calor otra vez esta final increíble. Se verán los escudos y la gente volverá a encender su pasión. Pero hoy, más allá de la disputa polí- tica que arrastró el partido, lo que genera es dolor. Quizá la mejor ima- gen fue una se viralizó: había un hombre, con aspecto de barra, que en vez de tirar una piedra tiraba el trofeo de la Copa Libertadores. Eso siente hoy en la Argentina el tipo que piensa más allá de los colores

Gabriel Batistuta No podemos ser cómplices de la agonía del fútbol argentino”

Gustavo Alfaro Entre todos estamos destruyendo un icono como River-Boca”

FOTO: GETTY Argentina llora la pérdida de la Copa Libertadores Descontento general en un país que también es muy crítico con lo sucedido el pasado sábado