Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
No hay ninguna varita mágica
Gaizka Garitano es el tercer técnico en siete meses, da para reflexionar profundamente. La raíz del problema no está en el banquillo. La reacción tiene que empezar desde los futbolistas, en el verde
Días tristes en el Athletic. Probablemente los más tristes de la última década. El fracaso de Berizzo es el fracaso del Athletic. La situación genera amargura, pero la decisión era inevitable. Los caminos del Toto y del cuadro bilbaíno tenían que separarse. El equipo se encuentra en un proceso de descomposición preocupante. Lo negativo se estaba comiendo a lo poco positivo de las primeras jornadas.
Gaizka Garitano es el tercer técnico en siete meses. Da para reflexionar. La raíz del problema no está en el banquillo. Se le presenta un toro importante al derioztarra. Deberá ejercer de técnico y también de psicólogo. El problema futbolístico del Athletic es notorio, pero el mental no se queda atrás.
En Valencia se vio a un equipo roto, que no confía en sus posibilidades. Las declaraciones de
Muniain desde las entrañas, sinceras a más no poder, resultan significativas. Su imagen, tirado en el verde del Ciutat de València dando puñetazos al suelo tras recibir el 3-0, también.
Garitano no posee una varita mágica. No va a poner a fulanito o a menganito o va a introducir una nueva variante y todo se va a arreglar. De hecho, es difícil que pruebe algo diferente a Berizzo porque el argentino ha probado de todo. La reacción tiene que originarse desde los jugadores. De lo contrario, la próxima temporada el Athletic pisará una categoría en la que nunca antes ha estado.
No solo es cuestión de echarle ganas y ponerle corazón. Sobre todo, hay que jugar al fútbol. El primer paso es volver a ser un equipo y ganar en seguridad. No me gusta emplear el término final a la ligera, pero con el partido frente al Girona haré una excepción. El Athletic puede empezarlo a seis puntos de la permanencia. No es para tomárselo a la ligera. El peligro es muy real