Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Un respeto, por favor
Pues yo veo, reveo y vuelvo a ver el resumen del Athletic-Girona de LaLiga y si fuera árbitro también pitaría penalti de Jonás a Muniain. Lo mismo, dicho sea de paso, que hubiese señalado pena máxima cuando Iñigo Martínez arrolló a Mata en la última acción del AthleticGetafe. El colegiado de este último duelo, en cambio, no apreció nada punible. Error.
El fútbol se abre a todo tipo de interpretaciones. No todo el mundo aprecia lo mismo en un lance concreto del juego. Un inciso, por cierto, antes de seguir profundizando en el asunto: los penaltis hay que meterlos.
No me gusta nada que vuelva a sonar la cantinela de todos los años. Villar hace tiempo que no ejerce como presidente de la RFEF, por lo que lo del Villarato ya no cuela. Hay, eso sí, quien no deja de dar la matraca.
A algunos les escuece que un club con la filosofía del Athletic esté donde está. Ellos, ajenos casi siempre al quehacer diario de la entidad de Ibaigane, salen de la cueva a la primera oportunidad para hablar y opinar. Sientan cátedra sin tener ni idea.
La cosa es enredar. Dar una visión parcial e interesada. Meter cizaña.
Todo es hasta cierto punto aceptable en este otro fútbol menos la falta de respeto. Que un árbitro pite o no pite un penalti no da derecho a criticar con medias verdades o medias mentiras, según el día, al responsable máximo del club. Estos juicios sumarísimos al son de la polémica de turno cantan.
Interesa, por tanto, no perder la perspectiva. El Athletic, guste o no fuera de Bilbao, es más que un club. Un respeto, por favor