Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Ezkurdia y Galarza no se rinden
Tercer triunfo consecutivo del dúo navarro, que sigue con vida tras sumar su sexto punto ante Bengoetxea VI-Imaz (14-22)
Dicen que la fe mueve montañas. Y fe a raudales es la que están demostrando Joseba Ezkurdia y Ladis Galarza en este Campeonato de Parejas. Hace solo tres semanas, nadie daba un céntimo por ellos, pero las tres victorias que han encadenado tras su derrota de Hendaia les mantienen con vida. Ayer, ante unos ya desahuciados Oinatz Bengoetxea y Ander Imaz, a quienes vencieron por 14-22 en el Labrit lograron un sexto punto que les permitirá llegar a la última jornada con opciones de meterse en las semifinales. Eso sí, el pase a la siguiente ronda sigue siendo una montaña del tamaño del Everest para el binomio navarro. De momento, necesitan que hoy Altuna III-Martija ganen a Artola-Mariezkurrena en el Beotibar de Tolosa para llegar a la última jornada con alguna mínima opción.
Los azules fueron muy superiores a sus contrincantes. Solamente la postrera reacción de Oinatz Bengoetxea, decidido a dar algo de vidilla al público que llenaba la ‘bombonera’ iruindarra, maquilló un marcador que presagiaba una paliza bastante más dura con el 9-20.
La mayor diferencia estuvo en la zaga. Y es que Ander Imaz sigue sin levantar cabeza. El de Oiartzun está totalmente falto de confianza y el torneo le está resultando un calvario. Ayer perdió seis pelotas y estuvo siempre a merced de un Ladis Galarza que cuajó una actuación de notable rozando el sobresaliente. Perfectamente ayudado por un trabajador Ezkurdia, que le quita todas las pelotas malas, y sin sentirse en absoluto presionado ante dos pelotaris que no se caracterizan por su pegada, el de Baraibar jugó muy cómodo. Solo falló una pelota en todo el partido.
La contienda se rompió pronto, con un parcial de 0-7 que llevó a los ganadores de un 3-2 en contra a un 3-9 favorable. fueron los mejores momentos de Ezkurdia. Después, el choque entró en una fase de intercambio continuo de golpes hasta que de nuevo, a partir del 6-11, se abrió una brecha provocado por el acelerón del delantero de Arbizu y los problemas de Imaz para sujetar el peloteo. Con el 9-20, cuando estaba ya todo el pescado vendido, Bengoetxea VI insufló algo de alegría a un partido que agonizaba con sus diabluras en las cercanías de frontis