Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Las manos de CR7 y el Cholo
El luso se encaró con la grada, que le llamó “moroso” y “violador”
Como era de esperar, el Atlético de Madrid-Juventus iba a tener muchos duelos. El de Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann. El de Diego Costa con Bonucci y Chiellini. El de Simeone y Allegri. El de Morata y Mandzukic ante sus ex equipos... y el de la afición colchonera con CR7.
El hecho de que el crack portugués haya cambiado de equipo, de que ya no pertenezca al Real Madrid, no hizo que el Wanda Metropolitano le recibiese de manera diferente a cuando jugaba ante el Atlético vestido de blanco. Lo de siempre. Pitada monumental cuando su nombre fue anunciado por los videomarcadores. Señal de lo que iba a pasar después en el terreno de juego. Porque desde el inicio, cada vez que el jugador luso tocaba el balón, le acompañaba un intenso sonido de viento que, como suele ser habitual, lejos de incomodarle, le motiva.
Pero el momento álgido de la historia se vivió antes del descanso, cuando reclamó una falta de Saúl por la que se quedó tendido en el terreno de juego. Entonces, desde la grada comenzaron a recordarle, en forma de cánticos, los problemas que ha tenido con el fisco español y que, en buena medida,
Simeone ilustró lo que a su equipo le sobraba llevándose las manos a la entrepierna
motivaron su salida del Real Madrid el pasado verano. “Cristiano paga a Hacienda” y “Cristiano es un moroso” fue coreado por la grada del Metropolitano.
Estaba atento el portugués, que inmediatamente después, se dirigió al fondo sur del estadio con un gesto con la mano abierta, mostrando los cinco dedos, en lo que se interpretó como las cinco Champions que ha conquistado como futbolista (cuatro en el Real Madrid y una en el Manchester United). Se vio el gesto perfectamente en el estadio, lo que provocó una airada reacción de la grada, con más cánticos, estos ya de mal gusto, llamándole “violador” y otro deseando lo peor para el jugador que, esta vez, prefirió no contestar. En la segunda mitad, la cosa estuvo más calmada, aunque los silbidos cada vez que Ronaldo entraba en contacto con el balón siguieron siendo una constante.
Los argumentos del Cholo
Claro, según fueron cayendo los goles del Atlético, y el portugués se desesperaba más, la grada aumentaba el pique. De la mano de CR7 a la de Simeone, que con sus cambios cimentó la victoria del Atlético. Estaba todo medido. Y en el segundo tanto del equipo, el marcado por Godín, el Cholo estalló en su celebración. Mirando a la grada se llevó las manos a la entrepierna, como diciendo ‘así de grandes’, imaginamos por los argumentos que su equipo estaba poniendo sobre el campo