Bajan un puesto y por abajo aprietan

dentro del área para tratar de robarle el balón. El ayer interior zurdo del Alavés se desplomó más por caída propia que por derribo ajeno y Mateu Lahoz actuó en consecuencia. Penalti y gol de Lucas Pérez.

El show del colegiado valenciano no terminó ahí, puesto que minutos más tarde dejó en falta y amarilla a Ximo Navarro un entrada por detrás a Williams con el delantero bilbaíno en dirección hacia el marco bien defendido por el siempre seguro Pacheco. Un par de amonestaciones más para otros tantos leones en las correspondientes protestas y guiño para la galería. Mateu, siempre Mateu.

Lo del Athletic del segundo tiempo no hay por dónde cogerlo. Querer casi siempre, poder casi nunca. El Alavés, sin hacer nada del otro mundo, fue creciendo a ras de césped a medida que a su desconcertante rival empezaban a fallarle las fuerzas.

Los leones, por insistir que no quede, carecen ya hasta del recurso de toda la vida. De su potencial en el juego aéreo en las acciones de estrategia. A los de Asier Garitano, conscientes de esta limitación rojiblanca, no le dio mayores quebraderos de cabeza el balón parado visitante.

A los bilbaínos, cierto es, tampoco mucho; pero cuando más había que apretar atrás surgió Ely de entre un pelotón de compañeros y enemigos y remató a placer al fondo de la red. 2-1 in extremis. Cuarta derrota seguida de un Athletic que suma diez jornadas de Liga seguidas sin ganar. Cuesta abajo y sin frenos ●

La concatenación de tantos resultados adversos en las últimas fechas está condenando al Athletic, de tal suerte que Europa se ha alejado demasiado y hay que empezar a mirar para abajo por si acaso. La jornada ha supuesto descender una plaza en la tabla tras el triunfo del Levante frente al Real Madrid: los leones son undécimos.

Dada la situación, más de un aficionado se preocupa de la zona bajera y empieza a sentir una cierta presión: el Mallorca, tercero por la cola, está a 9 puntos ●