Fuerza bruta en muñeca de seda

➔ Carlos Alcaraz enseña con 16 años un potencial tal que pinta a estrella de futuro

➔ Tiene edad de niño, pero sus golpes son de hombre. De hombre muy fuerte, de hecho, tanto física como mentalmente, tal como demostró hace unos días Carlos Alcaraz en su primer torneo ATP, en Río de Janeiro. En Brasil consiguió su primera victoria ATP ante Albert Ramos tras 3h.36’ de pelea (7-6, 4-6, 7-6) y cerca estuvo de pasar a cuartos: con un pelín más de calma, también habría superado a Federico Coria (4-6, 6-4, 4-6), pues fue el murciano quien dictó el guion con sus poderosos golpes: 36 ‘winners’ y 35 errores no forzados por 13-9 del argentino.

Ahora competirá en la previa del Masters 1.000 de Indian Wells con otra invitación. Él mismo dice que no le gustan las comparaciones, y tiene razón en avisar sobre el tema, pero desde la bárbara irrupción de Rafa Nadal siendo adolescente ningún joven español apuntaba tan alto en el tenis. Eso no significa que Alcaraz sea un nuevo Nadal en ciernes porque el balear será seguramente irrepetible y esa presión es absurda e injusta para él, pero Carlos sí ha enseñado un potencial tal a los 16 años que pinta a estrella de futuro si sigue su fenomenal progresión.

Siendo tan joven, obviamente, el murciano tiene muchas cosas que pulir en su juego, excesivo en el buen sentido de la palabra teniendo en cuenta sus tiernos 16 años. Ahora mismo, sobrado de confianza, Carlos rompe la bola prácticamente en cada golpe, de drive o de revés, él manda para lo bueno y lo malo, con muchos ‘winners’ y, claro, también muchos errores. El riesgo del riesgo. ‘Boom boom’ Alcaraz, dotado de una violencia en sus golpes que desborda al rival.

El ex nº 1 Juan Carlos Ferrero, su entrenador, sabe que tiene entre manos un purasangre ganador al que debe domar para que entienda que no siempre hay que ir al galope para llegar el primero. A veces se necesita calma, otras más empuje, picardía, el tenis es un deporte tan lleno de matices que sólo se adquieren con horas de vuelo.

Es Alcaraz un chaval que no duda cuando ve el mínimo hueco y tira golpes ganadores incluso en situaciones de defensa, tal es la confianza en sus golpes y sus piernas. Esa capacidad es una virtud y le da puntos espectaculares, pero tanto atrevimiento le lleva a cometer errores que reducirá cuando sepa moderar ese fuego interior para elegir el golpe que toca cada vez: defensa, recuperación, intercambio, ataque.

Es Alcaraz un prototipo de campeón porque, siendo tan joven, la base de su plan de juego ya es muy sólida y lo lógico es que esos mimbres de primera mejoren con el paso del tiempo. “Me gusta jugar de forma muy agresiva, con muchos tiros ganadores. Mi estilo es más o menos como el de Federer, yendo a la red, con dejadas”, afirma el murciano, fuerza bruta en muñeca de seda.

Su anticipación y aceleración están en la base de ese juego directo suyo, capaz de provocar aquel repentino ‘ohhhh’ de admiración por los obuses secos y limpios que salen de su raqueta, consecuencia del ‘timing’ privilegiado de su tenis. A veces va acelerado y desperdicia situaciones favorables, pero son errores de juventud que irá corrigiendo.

Otra virtud de Carlos es su mentalidad ganadora y positiva, sin reproches en momentos complicados. No le afecta en apariencia el resultado del partido para seguir con su plan. Desparpajo, soltura y determinación para encarar los problemas.

Nueva generación de tenistas

Viéndole jugar es fácil caer en la tentación de decir que puede ser nº 1 y ganar Grand Slams, pero esos vaticinios sólo tendrán base sólida con el contraste del tiempo, cuando Carlos ya se haya bregado un tiempo en el circuito. Una cosa son los torneos júnior e ITF y otra muy distinta la ATP, repleta de viejos zorros y otros cachorros tan hambrientos como él.

De hecho, su carrera coincidirá con una generación de tenistas jóvenes muy buenos y otros que llegarán: Thiem, Medvedev, Zverev, Tsitsipas, Kyrgios, Berrettini, Rublev, Khachanov, Shapovalov, Auger y un largo etcétera que encarecerán mucho los éxitos cuando el ‘Big Three’ formado por Nadal, Federer y Djokovic les dé el relevo.

Sea como sea, ahí está él preparado para el reto. “Siempre pienso que puedo ganar, sea quien sea mi rival. Si no piensas así, no hace falta salir a la pista”. Palabra de Alcaraz ●

“Siempre pienso que puedo ganar, sea quien sea mi rival”, asegura el murciano

Tras lograr su primera victoria ATP en Río, ahora jugará la fase previa de Indian Wells

FOTO: GETTY Carlos Alcaraz, de 1,85 metros de estatura, ahora nº 315 mundial, ha madurado mucho física y mentalmente en el último año y representa la irrupción más prometedora desde Nadal