Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Destierra sus complejos a domicilio
➔ El Alavés se transforma de un cuadro endeble a un equipo rocoso, con una única derrota y cinco puntos en los últimos cuatro partidos
➔ El Alavés ha aparcado sus complejos como visitante en esta segunda vuelta. El equipo endeble de la primera mitad del curso ha dado paso ahora a un bloque rocoso que compite de tú a tú en campo contrario. De los cuatro encuentros de esta segunda vuelta, sólo ha perdido uno. En ellos acumula cinco de los 12 puntos en juego, con un balance de un triunfo, dos empates y una derrota.
Esta notable trayectoria, junto a las dos últimas victorias en Mendizorrotza, le han permitido volver a alejarse de la zona de peligro. Llegó al ecuador de la competición con cinco puntos de renta sobre el descenso y, siete jornadas después, los ha convertido en nueve, la máxima ventaja del presente campeonato.
Viendo su trayectoria y la sensación de solidez que proyecta en este último mes y medio, afronta con garantías un mes de marzo en el que puede sellar la permanencia de manera casi definitiva. Valencia, este viernes, Espanyol, el domingo día 15, y la Real Sociedad, el sábado día 21, serán sus próximos adversarios antes del parón.
Mucho más fiable
Un triunfo, un empate y siete derrotas son el balance albiazul en los nueve encuentros a domicilio que disputó en una primera vuelta. En ella que tan solo cosechó cuatro puntos en sus desplazamientos, uno menos que los cinco que ya acumula en los cuatro duelos ya disputados en esta segunda. “Necesitábamos mejorar fuera”, ha reiterado en más de una ocasión Asier Garitano, satisfecho porque su equipo “ya no comete errores” y “compite” en todos sus compromisos.
El técnico calificó de “muy bueno” el punto cosechado el pasado sábado en Butarque, con un empate que permite a su equipo no perder el average frente al Leganés, un rival directo al que mantiene a una distancia casi insalvable -11 puntos- a estas alturas de competición, con solo 12 jornadas, un tercio de liga, por disputar.
El guion del encuentro del pasado sábado resume las características del actual Alavés, que ha logrado desterrar los fallos, y los penaltis por manos, que le condenaban hasta enero.
Dejando al margen las dos clarísimas ocasiones que marró antes del descanso, durante los noventa minutos el equipo llegó poco a la portería del Pichu Cuéllar, pero acertó en una de sus oportunidades y concedió muy poco a un cuadro local en el que sólo Óscar Rodríguez fue capaz de poner en jaque al sólido entramado defensivo albiazul.
Esta rocosa apuesta por el fútbol práctico la trató de poner en práctica también a lo largo de la primera vuelta, pero sus errores le condenaban en cada encuentro. Ahora, en esta segunda, gracias en parte a la mayor solidez que los refuerzos invernales le están dando a su centro del campo, ha logrado bajar de forma muy importante el número de goles encajados.
Frena la sangría de goles
Precisamente en este apartado estadístico, el de los tantos en contra, es donde más se refleja este cambio de tendencia. En la primera mitad de
liga, sólo fue capaz de mantener la portería a cero en una de sus nueve salidas, lo que posibilitó su triunfo frente al Eibar (0-2). En las otras ocho, encajó nada menos que 23 dianas. Así, cerró la primera vuelta con una media de 2,56 por desplazamiento.
Además, cinco de sus nueve adversarios le endosaron más de dos tantos -Villarreal (4-1), Osasuna (4-2) y Barcelona (4-1), mientras que Real Sociedad (3-0) y Granada (3-0)-.
En esta segunda vuelta, ha corregido de manera radical tan peligrosa tendencia. En los cuatro desplazamientos sólo le han metido 3 goles, con una media de 0,75 por choque. En ellos, mantuvo su puerta a cero contra el Levante (0-1), mientras que Sevilla (1-1), Mallorca (1-0) y Leganés (1-1) sólo consiguieron marcarle uno ●