Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“CORRER ME HA CAMBIADO LA VIDA”
Mikel García Campeón del mundo de 60 y 200 metros
➔ Mikel García es un chaval del barrio bilbaíno de Irala que en abril cumplirá 24 años. Y, además, es campeón del mundo de 60 y 200 metros lisos. Pero no es ninguna celebridad. Pasa desapercibido cuando va por la calle. Sucede que esas medallas de oro las logró en el Campeonato del Mundo de atletismo para personas con discapacidad intelectual que se disputaron la semana pasada en Torun (Polonia). Y el deporte adaptado no tiene, a día de hoy, ni de lejos la repercusión que el practicado por los atletas sin discapacidad. Pero no pierde la esperanza de que, algún día, gocen de la misma consideración. Así lo manifiesta ‘La bala de Irala’ en la charla que mantiene con MD, en la que también participa su ‘aita’, Gotzon.
¿Se cumplieron las expectativas con las que acudía al Mundial de Polonia con los dos oros logrados?
Sí, pensaba que lo iba a hacer y lo he hecho.
Ganó en 60 y 200 metros, distancias más cortas que las de 400, 800 y 1.500 metros, en las que logró el año pasado los títulos en los INAS Global Games de Australia... (Gotzon) De hecho Mikel estaba inscrito en Torun para el 400 y para el 800, pero debido a la escasa participación, entre el coronavirus y otras historias, les inscribieron a todos en el 60 y el 200. No hubo 400 y 800 al final.
Es usted un atleta que se adapta a un registro muy amplio de distancias. Desde la velocidad pura hasta el medio fondo. Eso, más allá de las condiciones que tengas, habrá que trabajarlo, ¿no es así?
Sí, me ha tocado trabajar mucho para estar aquí.
Pero habrá alguna que se le dé mejor...
Sí, las largas, 800 y 1.500.
Carece de visión en el ojo izquierdo y solo ve un 10% en el derecho. ¿Influye más eso en la velocidad que en las pruebas de medio fondo? No sé. Para mí lo más complicado es la falta de visión periférica, ya que cuando corro, no veo a la gente que me pasa. Hasta octubre del año pasado, prácticamente nadie conocía a
Mikel García. Pero desde entonces se han sucedido los premios, los homenajes, las entrevistas... ¿Cómo está viviendo todo esto?
Muy bien. Cuando me hacen homenajes o entrevistas me siento a gusto y me siento yo mismo.
No le incomoda, por lo que veo... No, yo estoy tranquilo.
Supongo que sería muy especial cuando el Bilbao Basket le tributó un homenaje en Miribilla, con la cancha llena. Esos momentos tienen que ser muy especiales y supongo que nunca se habría imaginado que
No, desde luego. Es algo muy bonito. Sin duda, con sus éxitos está ayudando a que el deporte adaptado, que normalmente pasa desapercibido, se dé a conocer. ¿Es consciente de ello?
Sí, yo quiero que corran y participen todos los que quieran y puedan.
En los últimos tiempos se habla mucho del desafío de alcanzar la igualdad en el deporte entre hombres y mujeres. ¿Cree que algún día también se dará una igualdad entre el deporte adaptado y el que practican personas sin discapacidad? ¿Cree que algún día se valorarán de la misma manera? Yo pienso que sí. Hay que trabajar mucho para ello, pero sí.
¿De dónde sale el apodo de ‘La bala de Irala’?
(Gotzon) Unos amigos de Mikel que siempre andaban tomándole el pelo, que si eres un paquete, que si eres una bala... Y al final se quedó con la bala. Le hizo gracia y, a partir de entonces, ‘La bala de Irala’.
A usted, ¿qué le aporta el atletismo a nivel personal?
Me ha cambiado la vida. Es algo que quiero hacer, porque el deporte es algo que voy a llevar siempre.
¿En qué sentido se la ha cambiado? Para estar en forma e incluso a la hora de caminar. Antes iba arrastrando los pies por el suelo, ahora no.
¿Cómo empezó en el atletismo?
Mi madre me veía correr y me preguntó a ver si quería hacer algún deporte. Yo le dije que quería correr. Luego, hace cinco años, hablamos con Javi Conde, me hizo una prueba, me dijo que valía e ingresé en su club.
(Gotzon) Mikel hacía deporte, pero no