El equipo periquito continúa en caída libre

➔ Los catalanes se complican mucho la permanencia

➔ Golpe duro. El Espanyol sucumbió ayer en El Sadar y se dejó en Pamplona gran parte de sus aspiraciones de lograr la salvación.

En un partido esperpéntico, el equipo de Abelardo cayó por 1-0 gracias a un gol de penalti que transformó Roberto Torres al golpear el balón con el codo Víctor Sánchez en un penalti tonto.

El Espanyol no dio nunca sensación de poderse llevar el partido. Abelardo apostó prácticamente por el mismo bloque que jugó ante el Atlético con el único cambio de David López en lugar de Iturraspe.

Osasuna salió en tromba, con una presión muy alta y explotando un juego muy vertical. El Espanyol se aculó atrás y le costó una vida sacudirse el dominio rojillo. Poco a poco los blanquiazules se reactivaron, sacudiéndose el acoso local, y miraron a la portería de Rubén. Por fin daba señales de vida.

En la reanudación, Abelardo movió ficha y dio entrada a Calleri buscando más garra arriba. Pero no pudo empezar peor la segunda parte. En el 49’, penalti tonto pero claro de Víctor Sánchez, al que le rebotó el balón en el brazo. A perro flaco, todo son pulgas. Pena máxima que transformó Roberto Torres a lo Panenka. Tocaba volver a remar para remontar.

El Espanyol no le perdió la cara al partido pese al varapalo y siguió apretando. El partido se enloqueció, ➔

Sucumbe por un penalti ‘tonto’ y acaba otro partido con un jugador menos

la zaga blanquiazul devino en un flan y Osasuna perdonó en varias ocasiones. El Espanyol, con más corazón que cabeza, buscó el empate, pero lo que estuvo cerca de llegar fue el segundo rojillo.

Y para colmo de males, nuevo esperpento para acabar de sentenciar a los catalanes. Diego López cogió el balón fuera de su área y fue expulsado por doble amarilla. A diez del final, el escenario devino dramático para los pericos: jugando con uno menos y sin portero ●