Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los deseos y la realidad
a Euroliga ha enviado una carta a sus clubs en la que, en resumen, les dice que la intención sigue siendo finalizar la temporada. Y no solo acabarla, sino hacerlo disputando todos los partidos previstos y retrasando las fechas de su Final Four. olo son castillos en el aire. Si la finalización de las ligas nacionales es casi imposible por la crisis del coronavirus, la de la Euroliga es una quimera. Por varios motivos. El primero porque su calendario acababa antes que el de las ligas domésticas y alargarlo implica una invasión de fechas que supondría una declaración de guerra. Pero es que además, reemprender un torneo internacional en los días que nos ha tocado vivir es algo infinitamente más difícil que reanudar una competición nacional. Dentro de un mismo estado existen idénticas limitaciones y permisos y además los desplazamientos son mucho más cortos. Una Euroliga como la que conocemos, con diversas casuísticas en función del país y con equipos separados por miles de kilómetros, no hay manera de salvarla a corto plazo. na cosa son los deseos y otra la realidad. Todos querríamos que las diferentes competiciones de basket de Europa pudieran finalizar sus temporadas. Pero todos en el fondo sabemos que eso no va a pasar. Hasta 13 ligas de Europa (no las más potentes, es verdad) ya han cancelado sus temporadas en un ejercicio de realismo. Las que no lo han hecho, o confían en un milagro o intentan crear falsas esperanzas con objeto de estar mejor posicionadas cuando haya que luchar por que patrocinadores y TV cumplan sus contratos ●