Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Vale la pena esperar por Tokio
➔ El portero internacional de la selección española y del Club Egara de hockey hierba tendrá que esperar un año para poder retirarse
➔ Quico Cortés, portero del Club Egara y de la selección española de hockey hierba, cumplió los 37 años en marzo, de ellos veinte en la élite de su deporte. Ha disputado tres Juegos Olímpicos, ha sido 300 veces internacional y suma más de 600 partidos en División de Honor, con sus etapas en los Países Bajos y la India incluidas. Y por si fuera poco, ha tenido tiempo para licenciarse en Física.
¿Algo más? Pues sí. Pertenece a un deporte olímpico amateur en España, en el que la mayoría de los clubes no paga un sueldo a sus jugadores y eso exige un sobresfuerzo. Hay que trabajar y entrenar.
Trabajar y entrenar
Antes del confinamiento, Quico se ejercitaba tres veces por semana con su club y otras dos con el equipo nacional. El resto del tiempo lo dedica a ganarse la vida, a trabajar: es consultor de Business Intelligence en la empresa Damm. Ahora, en tiempos de reclusión, sigue trabajando y entrenando, pero desde casa, y reconoce que no lo lleva nada mal. “El confinamiento no es ningún problema. Después de la jornada laboral todavía hay horas de sol. Tengo la suerte de vivir en una vivienda con jardín, donde puedo entrenar al aire libre, y que además me permite seguir trabajando en remoto con la empresa sin problemas”, explica a MD.
Solo hay un problema: “No puedo jugar a hockey”. El egarense intenta no perder la forma: “Practico la fuerza con gomas, hago cardio y ejercicios de repetición de alta intensidad” y añade: “No se sabe hasta cuando, ni porqué”. No está solo, su novia le ayuda: “Me tira pelotas con una raqueta de tenis o de pádel y yo las cojo al vuelo para no perder reflejos”, señala.
Ahora la cuestión es saber si con esto será suficiente. Mantener el tono muscular no parece difícil, pero lo complicado son los aspectos técnicos o tácticos y no perder la costumbre de parar una bola que alcanza los 140 km/h. “En verano paramos dos o tres semanas y no pasa nada, pero si el confinamiento se alarga mucho más va a ser un problema y quizá deberíamos tener permisos especiales para ir a entrenar”, destaca. Cortés tenía previsto que el 6 de agosto podría disputar el que sería su último partido. “Si llegábamos a la final olímpica, ese día iba a colgar las guardas...”. El portero reconoce que tendrá que cuadrarlo todo. “Hablaré con la familia, con el club, con la empresa y con la selección; haremos un planning nuevo y adelante. Me apetece mucho ir de nuevo a unos Juegos. Vale la pena el esfuerzo durante un año más. El premio puede ser muy grande”, comenta.
La selección estaba trabajando duro para estar lista para los JJ.OO. y ahora con la cancelación de entrenamientos y partidos todo se ha parado en seco.
El reto olímpico
Sin embargo, Quico le ve un lado positivo. “Si tenemos un año más, mejor. Habrá más tiempo para corregir los errores y mejorar”. Aunque el desafío es grande y medirse a selecciones profesionales es un hándicap, el jugador del Club Egara asegura que no renunciarán a nada: “Sabemos que será difícil, pero aspiramos a llegar a semifinales. Ése es el objetivo y el reto”. Igualar, como mínimo, la plata de Pekín-2008 es el sueño del equipo y sobre todo no quedarse a las puertas del podio, como en Río2016, donde fueron quintos, tras el sexto puesto de Londres-2012.