Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“Nos preocupa más la situación de allí”
➔ El entrenador de porteros Orkatz Martín relata cómo está viviendo la pandemia del coronavirus desde su trabajo en el Johor FC de Malasia
➔ No importa el punto del planeta en el que te encuentres porque seguramente la situación será similar. En cuarentena, siguiendo con preocupación las noticias que trascienden sobre el coronavirus y deseando que todo termine. A Orkatz Martín le ha tocado vivirlo desde Malasia. Es de Berango, trabaja como entrenador de porteros en el Johor Darul Takzim y anteriormente también pasó por el Athletic femenino, el Sestao River, el Amorebieta y el Getxo.
La primera pregunta es obligada. ¿Cómo está el panorama por Malasia? “Cuando empezó el tema en China, aunque aquí estamos relativamente
Orkatz Martín cerca en avión, son entre seis y ocho horas, no teníamos información de contagios. Sí los había en Singapur, que está a unos 50-100 kilómetros de donde vivimos, pero lo detectaron rápido y los casos no aumentaron mucho”, relata Orkatz a través de una conversación vía Whatsapp entre Johor y Bilbao.
Las medidas en Malasia y en España, en cuestiones temporales, se produjeron prácticamente a la par: “Pero los datos de aquí eran mucho más bajos que los de allí. Aquí el gobierno nos mandó a casa cuando habían salido a la luz unos mil casos”. El Johor disputó su último partido de liga el 14 de marzo “y el 18 el gobierno decretó el estado de alarma, quitando servicios esenciales y obligando a estar en casa”. El problema, al menos con los datos que se manejan, no es tan acuciante. A día de ayer se habían contabilizado cerca de 4.000 casos de Covid-19 en Malasia. “En el estado de Johor, que tiene un número de habitantes parecido al de Euskadi, no llegamos a 1.000 contagiados”, apunta Orkatz. En tierras vascas se aproximan a los 9.000.
Restricciones menos severas
El entrenador de porteros vive con su mujer y sus dos hijos. ¿Se pensaron regresar a casa? “No nos lo planteamos en ningún momento porque creíamos que estaríamos más seguros aquí que allí”. Además residen “en una zona de seguridad bastante grande, en una casa con jardín” en la que se sobrelleva mejor la cuarentena.
Aunque siguen con intranquilidad lo que acontece en el País Vasco: “Lo que más nos preocupa es la situación de allí. Tenemos nuestros aitas, que cada vez son más mayores, amamas, sobrinos pequeños... Sabemos que si pasa algo posiblemente no podamos ir”. Y es que muchas fronteras se encuentran cerradas si tienes pasaporte español. Orkatz Martín considera que ahora mismo “sería bastante inviable poder volver”.
Las restricciones no son tan severas en Malasia. “Por lo que he leído y por lo que me han dicho los amigos, allí es bastante más estricto. Aquí no puedes ir a comprar a más de 10 kilómetros. Yo he salido a comprar y no he visto a ninguna patrulla de la policía. Sí me han dicho algunos amigos que les han parado y preguntado, pero por lo menos donde vivimos nosotros no hay un control tan exagerado”, explica el de Berango. El “mayor problema” que percibe es en la veracidad de las estadísticas: “No sé si los datos son reales”.
En el estado de Johor, que tiene un número de habitantes parecido al de Euskadi, no llegamos a 1.000 contagiados”
No nos planteamos en ningún momento regresar porque creíamos que estaríamos más seguros aquí que allí”
Tenemos nuestros aitas, amamas... Sabemos que si pasa algo posiblemente no podamos ir”
“Más casos de los que dicen”
Los tests no se encuentran al alcance de la mayoría de la población. “El acceder a las pruebas del coronavirus no es tan fácil para todo el mundo, tienen un coste que un local no se lo puede permitir”, asegura Orkatz, quien opina que es probable que haya
“bastantes más casos de los que dicen porque habrá mucha gente que lo está pasando en su casa sin haber ido al médico, que también pasará mucho allí, pero aquí a mayor escala por el tema económico”.
Al menos el preparador de los porteros del Johor Darul Takzim extrae algo positivo del confinamiento que le ha tocado vivir en Asia. Se comunica “más que antes” con su gente en Euskadi, “como ahora todo el mundo está en casa...”. Es una forma más de pasar el tiempo. “Ahora que se han puesto de moda las videollamadas conjuntas, de hablar una vez o dos por semana, ahora hablo cada dos días. Tenemos más tiempo para hablar, por una parte viene hasta bien”, expone el vizcaíno ●