Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Con el primer objetivo cumplido
➔ La ausencia de lesiones durante las últimas semanas, la mejor noticia en un Alavés que a partir de mañana mirará hacia la final de Cornellá
➔ La plantilla del Alavés disfruta de dos días de descanso este fin de semana. Justo premio al trabajo bien hecho. A partir de este lunes, se centrará ya en la preparación específica del choque del próximo sábado, día 13 de junio, una auténtica final en la pelea por la salvación, sobre todo para el Espanyol de Abelardo.
Hasta este mismo viernes, el equipo de Asier Garitano ha completado una semana con mucho volumen de trabajo: ocho sesiones divididas en cinco días en las que se han mezclado los ejercicios físicos con el refresco de los conceptos tácticos.
Sin duda, la mejor noticia es que todos los futbolistas hayan cerrado sanos esta fase de reacondicionamiento tras mes y medio aproximado de confinamiento. En estas cuatro semanas de trabajo, el cuerpo técnico babazorro ha preparado de la mejor manera posible a sus discípulos para lo que les espera: un reinicio liguero con un calendario de locura y teñido de incertidumbres, con el temor ante la aparición de posibles lesiones en la mente de todos.
Si todo continúa igual, Joselu será la única baja en el retorno competitivo. Se lo perderá por sanción. Lucas Pérez, Luis Rioja e Ismael Gutiérrez ya se han recuperado de sus respectivas molestias, por lo que van a poder enfilar la última semana antes del primer partido al cien por cien.
Lo mismo se puede decir de los que llegaron lesionados o enfermos al inicio de la cuarentena. Tomás Pina y Ljubo Fejsa ya han superado sus lesiones. Camarasa y Burke han dejado atrás sus paperas y, por fortuna, los tres casos positivos de Covid-19 registrados en la plantilla ya son historia.
En aproximadamente 37 días, el Alavés encarara nada menos que once encuentros, a una media de dos por semana. Según el calendario diseñado por la LFP, la competición se retomará este jueves, día 11, con el derbi entre Sevilla y Betis en el Sánchez Pizjuán.
Sin tregua
Los babazorros arrancarán el próximo sábado, en campo del Espanyol, y el jueves, día 18, recibirá a la
Real Sociedad en Mendizorrotza. Si se cumplen las previsiones, la actual edición liguera concluirá el 19 de julio, con una última jornada de horario unificado.
Todos los conjuntos que pelean por la salvación deberán adaptarse a disputar una media de dos encuentros por semana, algo a lo que la mayoría de ellos no está acostumbra. El Alavés, que necesitará un máximo de ocho puntos para salvarse, está obligado a arrancar con fuerza, puesto que el calendario se le va a complicar en el tramo final. En las últimas cuatro jornadas, se va a enfrentar a Real Madrid, Getafe, Betis y Barcelona.
Ante las nuevas reglas -cinco cambios y 22 futbolistas en las convocatorias-, el Alavés cuenta prácticamente con los elementos justos en su primer equipo, integrado por 24 profesionales. Por ello, ha incorporado a cinco jóvenes procedentes del filial que podrían tener la oportunidad de debutar en Primera División.
El Alavés ha seguido de forma rigurosa el protocolo marcado por la LFP para garantizar la salud de sus profesionales. Todo ello ha estado supervisado por un inspector de LaLiga que ha seguido de cerca sus entrenamientos. La desinfección constante de los elementos utilizados en las sesiones, el mantenimiento de la distancia de seguridad, los geles de mano y las mascarillas han estado presentes en cada sesión.
En esta última semana, la plantilla ha podido entrenar al fin en un único grupo, iniciando la ‘nueva normalidad’ mientras continúa el proceso de desescalada.
Preparar el estreno liguero
Ahora, a partir de mañana, los babazorros se van a centrar ya en la preparación específica del encuentro ante el Espanyol. Suplir la ausencia de Joselu es uno de los principales quebraderos de cabeza de Asier Garitano. Menos mal que el técnico ha podido recuperar a Lucas Pérez para la causa. El gallego, que inició esta última semana al margen del grupo, ya trabaja al cien por cien y será pieza clave en este encuentro.
La respuesta de cada equipo va a resultar una incógnita. En este sentido, el Alavés, que llevaba una excelente dinámica en las ocho jornadas iniciales de la segunda vuelta, puede verse perjudicado. Si la competición se hubiera desarrollado con normalidad, el equipo estaba en una excelente posición para continuar con su buen tono y rematar la permanencia. Ahora, deberá empezar de cero, igual que el resto, para desenvolverse en un mar de incógnitas donde los equipos que estaban casi sentenciados, como Espanyol o Leganés, podrían ahora sacar ventaja en esta vuelta al tajo ●