Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los resbalones casi le cuestan un disgusto a Unai Simón
➔ La primera ocasión de gol en el encuentro entre Athletic y Atlético de Madrid llegó en torno al minuto 11 de juego. Una acción en la que Carrasco se plantó solo ante Unai Simón y remató ligeramente desviado. Más de uno se preguntó entonces qué le había pasado al guardameta rojiblanco para no haber salido en busca de ese balón que acabó llegando al esta vez interior zurdo visitante.
Muy sencillo. Unai Simón se preparó para correr antes de que el balón pudiese llegar a poder de Carrasco, pero se resbaló. Un patinazo en toda regla que pudo costar un disgusto al equipo. El portero del Athletic no fue el único en sufrir un percance de estas características, pero por la posición en la que se desenvuelve la repercusión de este tipo de acción poco o nada tiene que ver si suceden en otra zona del campo.
Lo curioso del partido es que, una vez más, la práctica totalidad de los resbalones sufridos por los 22 jugadores que se encontraban dentro del campo correspondían al bando bilbaíno. La situación varió con el discurrir de los minutos y en el segundo tiempo apenas se repitieron este tipo de patinazos. O el césped de San Mamés había recbido más agua de lo necesario o algunos leones se equivocaron con la elección de sus botas ●
Muniain, en tal tesitura, pasó de la media punta al interior zurdo. En la otra banda, desde el saque inicial, Raúl García también estaba ejerciendo de interior. Williams, de hecho, apenas se pegó a alguna de las dos alas.
Los problemas físicos de Yuri y Muniain propiciaron la entrada en el campo de Núñez y De Marcos. El Athletic pasó así de jugar con una defensa de cuatro a hacerlo con una de cinco. Minuto 82 de partido.
Capa y De Marcos ejercieron a partir de ahí de carrileros mientras Yeray, Unai Núñez e Iñigo cerraban por el centro. Raúl García, Dani García, Sancet y Vesga se repartieron las labores en el centro del campo y Kenan Kodro quedó como único punta ●