Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Berger, primer campeón tras la pandemia
bajado con los equipos para destinar 250 millones de dólares durante los próximos diez años para combatir el problema racial, una idea apoyada por los jugadores. Varios equipos han llevado a cabo acciones de concienciación y jugadores como el quarterback de los Saints Drew Brees han pedido perdón por su postura pasiva para mostrar de inmediato su apoyo a la lucha.
La oposición de Donald Trump
A pesar de la toma de conciencia social, la NFL no ha dado todavía el paso de pedir perdón públicamente a Colin Kaepernick por la situación vivida durante estos años. Más allá de este notable borrón, Goodell sí ha reconocido al fin el problema y ha animado a los jugadores a luchar contra las injusticias raciales. “Admitimos que nos equivocamos por no escuchar a los jugadores de la NFL antes y les alentamos a todos a hablar y a protestar pacíficamente”, explicaba el comisionado hace unos días en un vídeo. “Las vidas de los afroamericanos importan. Sin ellos, no habría NFL”, admitía.
Faltará ver la aplicación real de las propuestas en medio de una tensión creciente entre la liga y el gobierno de Donald Trump, tremendamente molesto con el cambio de opinión de un órgano tan potente como la liga. La idea de que los jugado- res se arrodillen como señal de pro- testa durante el himno nacional, tal como patentó Kaepernick, parece ir convenciendo a la NFL, situación que ha provocado el rechazo total del presidente, quien incluso ha he- cho una llamada durante estos días para boicotear las emisiones de los partidos.
Porque la NFL empieza a tomar conciencia en materia racial, un pa- so que era ampliamente demanda- do por la sociedad afroamericana. El asesinato de Floyd ha despertado a la organización. Con gran parte del país arrodillado como símbolo de protesta, la liga parece haberse puesto al fin en pie para luchar con- tra el racismo ●
Daniel Berger se convirtió en el primer campeón tras la pandemia de coronavirus tras llevarse en la noche del domingo, en el desempate, el título del Charles Schwab Challenge, perteneciente a la PGA y disputado en el Colonial. En un apretadísimo final de la cuarta ronda, Berger igualó con Collin Morikawa a -15 y ambos resistieron la presión del -14 de Justin Rose, Jason Kokrak, y un Bryson DeChambeau y un Xander Schauffele que dilapidaron sus opciones con sendos bogeys en el hoyo 17. El adiós de Schauffele, quien llegaba como líder al domingo, llegó con una opción clarísima de par de apenas un par de metros que no supo convertir.
Así, Berger, cinco birdies y dos bogeys en el día, se jugó el título en el desempate con Morikawa, cinco birdies y un bogey. Fue en el par cuatro del hoyo 17 donde otro error similar al de Schauffele, con un putt muy factible para par de Morikawa, generó el bogey que despidió a este del torneo. Berger, con par en ese hoyo, sumó así su tercera victoria en el PGA Tour, tras los dos títulos conquistados en el St. Jude Classic en 2016 y en 2017. Berger, además, puso fin a su mala racha en los playoff de desempate, ya que había perdido los dos anteriores que había jugado, uno en el Honda Classic de 2015 contra Padraig Harrington y un segundo en el Travelers Championship de 2017 frente a Jordan Spieth.
Spieth, precisamente, no tuvo opciones de meterse en la pelea por el torneo tras una jornada final con cuatro birdies y cinco bogeys que le alejó de cualquier opción de levantar un trofeo dos años después. Terminó décimo, empatado con Justin Thomas y con J.T. Poston con -11. Quien también se despidió de toda opción de victoria fue Rory McIlroy, trigésimo segundo con -6 tras un devastador +4 en la jornada final. Rory, no obstante, se aseguró mantener el número 1 del mundo esta semana tras el pinchazo de Jon Rahm. Rafa Cabrera, por su parte, finalizó vigesimotercero con -8 tras ganar dos golpes al campo en la vuelta final ● Marta Pérez