Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Remake de la invocación a San Mamés
➔ El Leganés se salvó con el 1-1 en la penúltima jornada jugada en mayo de 2017 y los leones entraron en Europa de rebote con la séptima plaza tras caer el Alavés en la final de Copa ante el Barça
➔ La función de esta noche en San Mamés entre Athletic y Leganés será una especie de remake de la del 14 de mayo de 2017. Penúltima jornada de Liga, con los leones luchando por la quinta plaza y los pepineros por conservar la vida en Primera. Unai López y Herrerín, cedidos al cuadro madrileño, no pudieron actuar por la cláusula de sus contratos. Era también la despedida del estadio bilbaíno de Iraizoz, que no jugó al ser Kepa el titular. La continuidad de Valverde estaba en el aire. Los visitantes se llevaron un punto con el 1-1 y sellaron la permanencia.
Ahora, las cosas están algo más complicadas para ambos conjuntos. Los de Javier Aguirre están mucho más necesitados. Llegan en puestos de descenso, son terceros por la cola, y los que les preceden en la clasificación, el Alavés y Celta, les sacan cuatro puntos a falta de dos jornadas. Mientras, los de Garitano son octavos, a tres puntos del séptimo, la Real. El último puesto que da el billete continental.
En aquel encuentro de mayo de 2017, se adelantaron los leones con un gol de Aduriz, en el minuto 14, rematando en el área pequeña un centro-chut de Balenziaga. El guardameta Champagne desvió después un buen disparo del ariete rojiblanco. Ya en la segunda, parte, llegó el tanto del empate del Leganés, con un gran pase en vaselina de Gabriel por encima de la zaga del Athletic y culminación de Szymanowski de cabeza ante la salida de Kepa. Aduriz tuvo otra buena ocasión, pero su tiro se fue fuera por poco.
Con el pitido final, se produjo el estallido de alegría para los jugadores del Leganés sobre el terreno de juego y para su medio millar de seguidores presentes en la grada. “Todo el esfuerzo y el sacrificio ha merecido la pena”, celebraba su técnico, Asier Garitano, quien lanzó que “no me gusta celebrar la permanencia. Estamos muy contentos, pero no me gusta, porque creo que hace más pequeños a los equipos. Este puede ser un primer paso para ser más grandes”.
Todo seguía igual para el Athletic en su carrera continental, con el Villarreal quinto, con 64 puntos, el equipo rojiblanco, sexto con 63, los mismos que la Real, séptima. “Seguimos dependiendo de nosotros”, destacaba Valverde, reconociendo que tenían el partido “más difícil” de los tres. Les quedaba visitar al Atlético de Madrid, el submarino amarillo iba a Mestalla y los donostiarras jugaban en Vigo.
Antes de ese último asalto, se vivió en San Mamés la despedida de Iraizoz, uno de los capitanes, después de diez campañas en el Athletic. En el centro del campo fue saludando a sus compañeros, que le mantearon. Se proyectó un vídeo con sus mejores paradas y se llevó una gran ovación de los que aún permanecían en las gradas. Micrófono en mano, dio las gracias a todos.
En el último partido en el Calderón, los bilbaínos cayeron por 3-1 ante el Atlético de Madrid, con doblete del ‘Niño’ Torres en un visto y no visto. El Athletic acababa séptimo y fuera de Europa. Pocos días después, se confirmaba la salida de Valverde, que dejaba paso a Ziganda en el banquillo. Al final, gracias al triunfo (3-1) del Barça sobre el Alavés en la final de Copa, los leones obtuvieron un billete continental que conllevaba dos previas ●
Iraizoz se despidió de San Mamés sin jugar y también fue el adiós de Valverde