Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Que no cunda el pánico
mpresiona la desilusión que impera en el entorno del Athletic de un tiempo a esta parte. Ni el periodo estival ha servido para elevar la moral de la tropa. Al contrario. as señales que llegan desde el propio club tampoco invitan a la alegría. Nada que ver con lo vivido a primeros de marzo con la clasificación de los leones de Garitano para la final de Copa y la posterior goleada en Zorrilla. La brusca y cruel irrupción del coronavirus supuso un punto de inflexión, un antes y un después. n negro panorama que nada ni nadie consigue aclarar hasta el momento. Al contrario. Cada vez hay nuevos motivos, de índole deportiva y no deportiva, para sentirse frustrados. e acumulan los disgustos. Faltan alegrías. Todo ello sumido además en una nube de silencio que, paradójicamente, acaba en tormenta cuando algunos de los responsables del club deciden tomar la palabra. ncreíble, pero cierto. La gran familia rojiblanca parece desmoronarse por momentos. Algunos de fuera, pero también de dentro de la casa, siguen sin entender que el Athletic es, o debería ser al menos, distinto al resto. jo, por tanto, a la que se avecina. La pretemporada ya ha empezado mal. Media docena de bajas por casos positivos por coronavirus son muchas bajas se mire por donde se mire. Sintomático. o estaría mal que alguien del club se decidiera a enarbolar la bandera de la ilusión. Si el futuro del Athletic es Lezama, lo de Nico Serrano y Urain no debería de dejar de ser otra gran noticia en clave rojiblanca. Con cantera y afición... ●