Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El día de la agonía europea
➔ El 26 de agosto de 1998 el equipo rojiblanco consiguió el billete para la fase de grupos de la Champions League ante el Dinamo Tblisi en una eliminatoria angustiosa
cartulina amarilla. Obtenido el tanto, el abordaje de los leones alcanzó más cotas de emotividad: innumerables centros al área, despejes del meta, Larrazabal luciendo un vendaje en la cabeza como en tiempos de Belauste, continuas ocasiones de gol que se topaban con un escudo invisible...
El asedio fue total y se veía llegar algún gol más, pero no llegó. Se ponía final así a un primer tiempo en el que fue imposible anotar a pesar del arrinconamiento del Dinamo, que en una ocasión dejó el miedo en el cuerpo tras una gran jugada colectiva que desactivó Imanol Etxeberria con un paradón.
La dura prueba de la ida
El discurrir del partido fue, tras el gol, más plácido, pero no se puede olvidar cómo lo pasaron los rojiblancos en el encuentro de ida, donde cayeron por la mínima con un sufrimiento que atormentó a los seguidores bilbaínos.
A la media hora de juego, los georgianos ya ganaban por 2-0 -el primero llegó tras una pérdida en defensa, y el siguiente vino de una indecisión de la cobertura- y se mascaba una jornada de rechinar de dientes.
Pero nada más reanudarse el encuentro, Andoni Imaz puso paz con su tanto. Un golazo. El balón que había quedado suelto en el área lo enganchó de una manera espectacular para soltar un zapatazo hacia la portería donde minutos antes los georgianos habían estrellado un balón tras el saque de una falta. Después ,Ezquerro tuvo dos ocasiones claras -una al palo- y Ferreira también ●
Andoni Imaz marcó en la ida un golazo después de estar con un 2-0 en contra