Nadal afronta un Roland Garros traicionero

➔ A París con sólo tres partidos en siete meses y unas condiciones de juego diferentes a las habituales

➔ Rafa Nadal afrontará su decimoquinto Roland Garros con sólo tres partidos en siete meses, los que jugó en el Masters 1000 ATP de Roma, que cerró con derrota en cuartos ante el argentino Diego Schwartzman. El manacorí, 34 años y campeón récord en doce ocasiones, entrenó ayer en su academia y hoy pasará el test de coronavirus obligatorio en París, que le dará acceso al torneo si el resultado, a las 24 horas, da negativo. Cambian las rutinas, con una burbuja diseñada en dos hoteles de la capital. Salirse de la misma o ser positivo en Covid-19 supone la descalificación.

Forma parte de los elementos diferentes de Roland Garros. Otros más deportivos pueden actuar en detrimento del poder mostrado por Rafa Nadal desde 2005, con 93 victorias en 95 encuentros. “El tiempo es limitado, pero voy a hacer lo posible para darme oportunidades. Es un año especial en todos los sentidos, impredecible”, aseguró el balear, sin el aval de torneos y resultados de otros años.

Las fechas (27 de septiembre a 11 de octubre), trasladando el evento de la primavera al otoño, pueden invitar a más lluvia y frío, ralentizando las condiciones de juego. El nuevo techo retráctil de la Pista Philippe Chatrier asegura la continuidad del juego, pero el factor ‘indoor’ ayuda más a sus máximos rivales (Djokovic y Thiem) y meterse en la noche supone más humedad. Y Nadal quiere en tierra calor y una pelota viva. Roland Garros ha cambiado la bola, antes Babolat y ahora Wilson, Las primeras impresiones es que bota menos, lo que no gusta a Rafa.

En Roma Novak Djokovic insistió que “Rafa es el favorito número. incluso tras perder esta semana. Con su historial, no puedes poner a nadie por delante”. Pero incidió en que “Diego demostró que se le puede ganar en tierra a Rafa” y que el español “prefiere los botes altos, que haga calor, que la pelota sea rápida. Ya veremos qué pasa, será interesante”.

En la grada, como máximo, 5.000 espectadores ●

El 12 veces campeón lidiará también con una nueva pelota que botaría menos