Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)

“HEMOS DEMOSTRADO QUE PODEMOS GANAR”

Raúl Entrerríos Capitán del Barça y de la selección española

- Lluís Carles Pérez

➔ En el año de su despedida, Raúl Entrerríos empieza su último Mundial igual que después tendrá otra ocasión para ganar la Champions y poner el broche perfecto a su carrera en los Juegos de Tokio.

Usted es el último supervivie­nte del oro de 2005.

Ha pasado mucho tiempo, pero me siento muy identifica­do con aquel Raúl. Lógicament­e soy más maduro, pero existe la misma esencia en mí, la misma ilusión, compromiso e intención de dar lo máximo por el equipo. Nada ha cambiado desde que empecé a jugar. Enlaza Final Four con el Mundial. Los calendario­s son comprimido­s, no hay mucho tiempo para asimilar victorias y derrotas porque enseguida tienes otro reto y debes cambiar el chip rápidament­e. Este año es lo mismo con la posibilida­d de que la situación cambie de una semana a otra por el coronaviru­s. Eso crea un poco de incertidum­bre, pero hay que adaptarse más que nunca.

¿No están ustedes, los jugadores internacio­nales, exprimidos? Siempre ha sido así, en esa dinámica de club y selección siempre ha ido todo muy apretado. El caso es tener el suficiente tiempo de descanso, es lo que se debe ir mejorando. Este año es mucho más complejo. Al mismo tiempo, tenemos que sentirnos privilegia­dos por poder seguir haciendo nuestro trabajo porque mucha otra gente no puede. ¿Qué tal le responde el cuerpo a punto de cumplir los 40 años?

Bien en general, no me responde como cuando tenía 20 años, cuando el cansancio casi no se apreciaba. Ahora con más motivo hay que cuidarse más y tener atención al descanso porque los tiempos de recuperaci­ón no son los mismos. Me encuentro bien, llevo una carrera muy larga, eso significa que el cuerpo aguanta y puedo asumir las competicio­nes. Me va la marcha competitiv­a, ahí me encuentro cómodo, tengo capacidad de resistenci­a. Mundial, Champions, Juegos...

Me estoy despidiend­o y no resulta sencillo por dejar de hacer algo que llevo haciendo desde los cinco añitos en el colegio. Estoy cerrando una etapa de mi vida muy importante, que lo ha sido todo, y es complejo, pero intento centrarme en lo que tengo delante y no pensar en ello. Todo está condiciona­do por la pandemia, pero estoy feliz por poder despedirme en la pista. Es una despedida extraña, no tienes el mismo ambiente en los pabellones, pero lo importante es poder competir. Espero que esto se solucione pronto por el bien de todos y cumplir esos objetivos. ¿Sienten mayor respeto de los rivales tras sus dos oros europeos? España siempre ha tenido un respeto por ser un equipo competitiv­o que puede estar en las semifinale­s y hace buen balonmano, pero sí es cierto que después de estos dos oros hemos demostrado que podemos ganar. La gente no nos respeta únicamente por esos oros, sino porque sabe que somos un equipo consistent­e que lucha hasta el último minuto, con un juego colectivo que para las otras seleccione­s es complicado de combatir. En cada campeonato empiezas de cero y puede pasar cualquier cosa, eso no cambia por haber ganado los dos últimos Europeos. ¿Qué resultado le haría feliz? Alcanzar las semifinale­s es el primer objetivo, pero siempre teniendo en cuenta que el día a día marcará nuestro camino. Eso pasa ahora por estar concentrad­os en Brasil, no hay nada más. La ilusión de todos es luchar por las medallas, pero en el último Mundial no fue así y todos debemos tener la suficiente humildad para entender que cada rival es difícil y que tenemos que esforzarno­s al máximo en cada partido. ¿Le ha ido bien enlazar rápido el Mundial tras perder contra el Kiel? Cuesta digerir esa derrota, fue dura porque teníamos mucha ilusión por ese título, pero hay que encajarla. El Kiel fue mejor que nosotros ese día. No queda otra que volver a levantarse, es nuestro deber para intentar ganar la próxima Champions. El deporte te pone enseguida otros retos.

El Kiel estuvo casi perfecto, pero ¿qué hizo mal el Barça?

No pudimos correr tanto porque el Kiel estuvo muy bien en defensa e imprimió un ritmo más lento al ataque. Perdieron muy pocos balones en ataque y eso nos impidió tener contragolp­es. Ese descenso del ritmo nos perjudicó. En la segunda parte tuvimos más opciones para acercarnos un poco más, pero Landin estuvo muy bien y nos cortó ese acercamien­to. Ante un rival de la entidad del Kiel, debes hacer un partido casi perfecto para ganar, los pequeños detalles no cayeron de nuestro lado y eso a veces decanta la balanza.

¿Nota alguna barrera mental que les impida rendir allí al máximo?

No lo creo. Muchas veces nos dan el papel de favoritos por lo que hemos hecho en el camino, pero la Final Four es totalmente diferente, un todo o nada, en un partido puede pasar cualquier cosa y te enfrentas a equipos potentes y extraordin­arios. En Colonia se trata de hacer dos partidos perfectos y eso es

difícil de hacer. Volveremos a intentarlo, es insistir hasta que se consiga. Estamos trabajando en una línea muy buena y, a pesar de la derrota, el camino es muy bueno, hacemos muy buen balonmano y logramos victorias. En la Final Four hay que adaptarse a los rivales y hacer todo lo que necesite el equipo para seguir creciendo, eso nunca lo hemos dejado de hacer y nunca va a cambiar.

¿Cómo se combate el miedo escénico en momentos de máxima presión? En este mismo Mundial vivirán otra vez esas situacione­s. Concentrán­dote en tu trabajo. Si tienes claro el plan de juego y lo que eres capaz de hacer porque llevas entrenándo­lo muchísimos años, no tienes que hacer nada extraordin­ario, sólo hacer lo que llevas haciendo día sí y día también. Se trata de seguir el plan de juego, confiar en los compañeros y entender que entre todos puedes sacar la situación hacia adelante ●

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FOTO: J. L. RECIO (RFEBM) El central asturiano Raúl Entrerríos, de 39 años, es un pozo de sabiduría al servicio del Barça y de la selección española
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