La Vuelta de las catedrales y de la emoción

➔ La ronda española arrancará en Burgos el 14 de agosto y finalizará en Santiago de Compostela el 5 de septiembre con sendas cronos

➔ Tras el repicar de las campanas que tanto van a presidir la 76ª edición de la Vuelta, la ronda española se presentaba ayer en sociedad en el Fórum de la Evolución de Burgos, ciudad que acogerá el inicio de la carrera el 14 de agosto desde el interior de su catedral con una contrarreloj individual corta, conmemorando el octavo centenario de este tesoro burgalés Patrimonio de la Humanidad. Una Vuelta que mantiene su esencia, que tanto la ha caracterizado en sus últimas ediciones y que tanto gusta a los corredores y al público, pero que modifica un poco su propuesta, tendiendo la mano a los sprinters y sin muchos de los finales imposibles con rampas del 20% que la hacían inconfundible y le daban un sello de calidad único. Una edición de la ronda española que además no finalizará como era habitual en Madrid, ya que lo hará en Santiago de Compostela, que celebra su Año Xacobeo, con otra crono de 33 kilómetros que puede ser decisiva.

El recorrido de la prueba tiende claramente la mando a los sprinters, pero también mantiene las típicos llegadas en cuesta que tanta emoción y pimienta aportan a la carrera. El Picón Blanco (clásico final en la Vuelta a Burgos, con 8 km de subida y rampas de hasta el 19% llega ya el tercer día), la montaña de Cullera (un ascenso final de 1,5 km) o el Balcón de Alicante (la primera etapa de montaña de verdad) despertarán el interés en el primer tercio de la carrera, que también incluye el regreso al Alto de Velefique en Almería (día duro, con un desnivel acumulado de 4.500 metros y tres puertos escalonados en la segunda mitad antes de la subida final de 13 kms), la mítica cima de los Lagos de

Covadonga o el terrible muro de Valdepeñas de Jaén, con rampas del 21%. Otra ascensión que seducirá a los espectadores sern la del Pico de Villuercas, primera etapa en alto en Extremadura, con 15 kms finales duros con al 10%.

Pero la jornada reina será la decimoctava, entre Salas y el nuevo ‘Altu D’El Gamoniteiru’. Todo un descubrimiento de los que nos tiene acostumbrados la Vuelta. Un puerto de 15 kms que no baja del 10% de desnivel, precedido de las subidas a San Lorenzo (1ª), La Cobertoria (1ª) y El Cordal (2ª). De traca.

Será la última oportunidad para los escaladores, en una carrera que ofrece muchas opciones a los velocistas en comparación con los últimos años, antes de la etapa trampa y rota del penúltimo día y la larga contrarreloj final de 34 kilómetros que acabará de decidir las posiciones de podio y que garantiza el suspense hasta el final

Una Vuelta que Indurain definía como “difícil y complicada”, con un Valverde que la consideraba “muy dura y con público. Me parece una Vuelta muy bonita y espectacular”, y con un Oscar Pereiro que apuntaba el carácter nuevo que se respira en el perfil de la ronda española: “Es una Vuelta como las últimas, para que se decida el último día. Siempre me parece durísima, pero es más compensada que otros años para atraer a los grandes velocistas” ●

Miguel Indurain “Es una Vuelta difícil y complicada”

Oscar Freire “Hay etapas para todos, se ha vuelto a la Vuelta de años atrás”

Alejandro Valverde “La crono del día final añade más tensión”