Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Nada que objetar
anó merecidamente la Real esta final de Copa. Las cosas como son. El Athletic no compareció tras el descanso. A los leones les sucedió algo parecido a lo sufrido meses atrás en el derbi en San Mamés con Gaizka Garitano todavía en el banquillo. Los de Imanol volvieron a dejar constancia de que además de manejar bien el balón pueden ser más sólidos que los bilbaínos a la hora de contener.
Marcelino no le salió la jugada en esta ocasión. Su equipo solo compitió hasta el descanso. A la vuelta de vestuarios, con el desconcierto arbitral vía VAR de por medio y con Iñigo Martínez otra vez como protagonista, el Athletic fue desapareciendo del terreno de manera paulatina y desesperante. Los jugadores del conjunto txuri urdin, sobre todo a nivel de contención, ganaron prácticamente todos los duelos. Remiro, de hecho, fue un mero espectador. os donostiarras, al menos esa sensación dio, tenían la lección mejor aprendida. Con distintos registros además. El Athletic, en cambio, fue previsible de principio a fin. eben pasar página desde ya los leones y empezar a ser conscientes de que aún tienen otra oportunidad para alzar el trofeo que perdieron ayer. Esta vez, visto lo visto y vivido lo vivido, no queda más que resignarse y felicitar al campeón. n mal día en clave rojiblanca no solo a nivel futbolístico. Lo acontecido en Pozas horas antes no hay por dónde cogerlo. Esa sí que fue una derrota en toda regla ●