Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
“TENEMOS LA ESPINITA DE LA SUPERCOPA”
➔ Durante su trayectoria en el fútbol base, siempre tuvo que reivindicarse y eso le ha servido para ir quemando etapas en una de las canteras más exigentes de Europa. El curso pasado lo pasó mal porque no jugaba en el filial ante tanta competencia, pero Óscar Mingueza (Santa Perpètua de la Mogoda, 21 años) se dejó asesorar, buscó ayuda externa, encontró soluciones y ahora es central del primer equipo del Barça.
Si le hubieran dicho hace un año que sería titular en un Clásico...
Si me lo dicen hace unos meses no me lo creo, pero es una realidad ahora. Un Clásico que fue una pena no haber ganado, pero estamos enfocados en la final de Copa. Intentaremos venir con el título a casa.
Antes de empezar a hablar de los cambios que ha tenido en su vida el último año. El cambio de look, ¿es para intimidar o una leyenda urbana?
Son cosas que se dicen, pero no es cierto. Sí que a veces hacía la broma con mi padre, pero… Simplemente porque le gusta. Es presumido, vaya.
Ahora menos, antes con el pelo cortito lo era más. Me peinaba más, pero siempre me gusta ir bien arreglado, perfumado…
Vamos a hablar de fútbol. ¿En qué ha cambiado Óscar Mingueza para llegar al primer equipo? Vengo ya haciendo mucho trabajo. Cambiando mi forma física, intentando coger volumen, cuidando mi alimentación, las horas de sueño. He sido más estricto. Y me he enfocado mucho en el tema táctico, revisando los partidos, analizando mis jugadas para mejorar. Luego técnicamente siempre intento progresar en los entrenamientos y después también he intentado mejorar la mentalidad: el tema de la agresividad, buscar una parte positiva cuando el partido no va bien, una motivación para transmitirla al equipo…
También se ha preocupado de asesorarse, con el consenso del club. Preparador físico, nutricionista y también psicólogo deportivo. ¿Y eso por qué?
Es algo que hacía tiempo que pensaba, sobre todo en el tema físico. Cuando di el salto al Barça B y las cosas no iban bien, me recomiendan ir a un preparador físico y, sobre todo, asistir a algo que no había escuchado mucho: un psicólogo deportivo que me ha ayudado mucho en mi camino.
En otros deportes como tenis o golf, deportes individuales, quizás está más integrado. Pero te puede ayudar también en deportes colectivos. Personalmente me ha ayudado mucho.
¿En especial en la élite? Porque el salto del B al Barça es muy importante.
Al final, seas grande o pequeño, siempre es bueno estar bien asesorado por un profesional. Todo lo que sea ayuda, es buena.
Siempre ha tenido que reivindicarse. ¿Se siente ejemplo para los canteranos?
Tampoco me considero un ejemplo, pero siempre les intento ayudar. Espero que mi historia les sirva para motivarles y para seguir trabajando y soñando. Sabía que era muy difícil, pero sea aquí o en otro sitio puedes llegar al fútbol profesional. Sí que siempre hay la esperanza de jugar aquí, pero al final son muchas cosas, mucho trabajo y talento, sacrificarse mucho.
Y ser cabezón. Porque ha tenido opciones de salir del Barça, incluso cuando no jugaba en el filial.
Sí, es verdad que fui un poco cabezón, tozudo. Pero al final ya no estaba tan centrado en quedarme, si no que cambié un poco mi mentalidad y fue la de estar al cien por cien en todo para estar preparado para jugar donde fuera: en el B, en el primer equipo o si me tenía que ir a algún sitio. Lo hacía por mí, para sentirme bien.
Supongo que después de probar el caviar en el primer equipo no se ve muy lejos de aquí.
Al final, nadie lo sabe. Sí que espero poder estar en algún equipo de Primera, si puede ser en los top. Al fin y al cabo uno quiere jugar en los mejores equipos y la verdad que estoy contento aquí.
Pero el Barça le quiere renovar, le va a ejecutar los dos años opcionales. De momento, a hacer carrera aquí.
Todo el mundo sueña con estar en el Barça. El tema del contrato ya se hablará y es cosa de mis representantes. Estoy centrado en jugar.
Pues vamos a hablar de fútbol y de la final de Copa. ¿Cómo llegan después de caer en el Clásico?
Es un golpe duro. No hicimos una buena primera parte aunque yo creo que tuvimos muchos espacios, pero supimos reaccionar tanto tácticamente, como a nivel de juego, de ganas, de motivación. Cambiamos el chip en la segunda parte. Tenemos la sensación de que lo hicimos todo. Espero que para todos sea un refuerzo y un extra de motivación para afrontar la final. Entonces, se quedan con las sensaciones de la segunda parte. Sí, claro. Al final es lo que el equipo necesita. Es la cara que tenemos que mostrar si queremos ganar esta final de Copa.
¿Qué Athletic esperan? Ellos tampoco pasan por un buen momento.
Sabemos que el Athletic es un equipo muy potente, con jugadores rápidos y fuertes. Un rival muy completo. Hemos jugado varias veces y nos ha puesto siempre las cosas difíciles, pero