Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
¡El Barça, a la gran final!
➔ Las azulgrana sufrieron para eliminar al PSG pero se ganaron a pulso el billete para luchar por segunda vez en su historia por ganar la Champions
aplicaron el libro de estilo del club azulgrana ejecutado a la perfección desde que llegó por Lluís Cortés. Líneas avanzadas, presión alta, dominio del balón y desarbolar al rival a base de mover el balón y crear espacios. Si a ello se le añade la ilusión, el resultado de la receta no podía ser otro que el gol antes de los diez minutos de partido. Y qué golazo. Leila la puso por alto superando dos líneas rivales y Martens, con un control magistral, dejó atrás a su par. Cuando el estadio gritaba ‘pasaaaa’ -a Jenni, que estaba sola- la holandesa se sacó una genialidad para mandarla con efecto al palo largo de Endler. Gol.
A medida que avanzaba el contador la intensidad en el juego fue aumentando y la colegiada rusa no supo parar la dureza visitante. ‘Don’t worry, don’t worry’ (no os preocupéis), gritaba Aitana a Martens y Graham tras ver como no señalaban una falta clara. A pesar de ser de las que menos altura y envergadura ostenta, la ‘14’ azulgrana se hizo gigante ante sus rivales.
Alcanzada la media hora, Alexia, que hasta entonces estaba con el mono de trabajo más que con el guante blanco, sacó este último para ponerla a la banda, con su zurda privilegiada, de aquella forma que tanto le gusta recibir a Graham, con espacio y campo para correr. Controló, encaró, templó y la puso al corazón del área pequeña para que volviese a aparecer Lieke y firmar su doblete.
Parecía que el PSG quedaba en la lona pero se levantó de inmediato aprovechando un error azulgrana en su área. Córner para las francesas, imprecisión de Martens ante Formiga y Katoto se adelantó a Leila para superar a una Paños que nada pudo hacer. Los nervios estaban a flor de piel y los dos conjuntos prefirieron dejarlo para la segunda parte. Hacía falta para tomar aire y recolocar ideas. Un gol metía al PSG en la final de Göteborg y las francesas se vinieron arriba. Había tensión, el Barça no lograba pausar el juego y Paños tuvo que lucirse para despejar un potente tiro de Bachmann. El Barça gastó una vida con un error gravísimo de Pereira que dejó a Baltimore sola ante Paños muy escorada pero decidió mal y desperdició el regalo. Si el PSG mandó al limbo la suya, el Barça hizo lo propio con dos palos seguidos, de Jenni y Marta, a falta de veinte minutos.
Tocaba mover el banquillo y Cortés dio entrada a Mariona y Hamraoui por Martens y la amenazada por amarilla Pereira, que se perderá la final por acumulación. Pero el Barça seguía achicando agua a más no poder. Se mascaba la tragedia. Olía a gol del PSG por las cuatro esquinas del estadio, pero las azulgrana sacaron algo, no se sabe qué, que las hizo resistir. La orilla, el gran premio, estaba muy cerca, y llegó. Pitó la rusa y estalló el júbilo en el Johan Cruyff. Las lágrimas de felicidad regaron una celebración histórica que hay que rematar en Göteborg ●
Las de Cortés no especularon, fueron a ganar y defendieron el triunfo con sangre