Neymar nunca fue posible

El Barça lo ha probado ahora y lo intentó antes, pero el fichaje de Neymar nunca pasó realmente de ser una intención por parte del jugador brasileño y una estrategia blaugrana. El padre del futbolista del PSG es quien diseña el futuro de su hijo y va jugando a varias cartas, como ha hecho siempre. La del jugador era un sueño para volver a coincidir con Messi en una etapa que se recuerda dorada, pero que en realidad solo dio una Champions en cuatro años con un tridente estelar: Ney, Suárez y Messi. El Barça actual volvió a intentarlo, pero el PSG lo ha renovado hasta 2025 sin que se conozcan realmente las cláusulas de liberación. Del contrato del brasileño con el Barça se conocieron hasta los últimos detalles. Ahora nadie sabe ni quiere saber nada.

NEYMAR DIJO EN SU DÍA

que Messi y él jugarían juntos la temporada próxima pero no sabía dónde. Fue una mala frase aquella, aunque el brasileño nunca ha pasado por ser un profeta que cumpla sus augurios. Hoy Messi está más cerca del Barça que del PSG, pero el club blaugrana está muy lejos económicamente del club francés de raíces qataríes. A Ney, y sobre todo a su padre, como casi siempre, le ha convencido el dinero, porque muchos futbolistas se llenan la boca de que no les importa y al final regatean lo más mínimo.

EL PROBLEMA DE FONDO

subsiste con una UEFA mercantil que se dedica a engrosar sus arcas, vender demagogia y frenar con amenazas proyectos mal explicados, pero básicos para el futuro del fútbol. Las organizaciones que se defienden dicen defender a los modestos y no hacen más que consolidar el juego de los clubs-estado, que serán los únicos que podrán mandar en este fútbol cortoplacista que castiga a los que realmente generan el dinero y el espectáculo. La UEFA debería sentarse con Barça y Madrid en lugar de acosarlos. De momento, Neymar se ha quedado en el PSG por un pastón, el City tiene como amo a un jeque, el Chelsea a un multimillonario ruso y el Liverpool a dos norteamericanos