“No se ve todos los días al equipo en La Catedral”

La mayoría de los asistentes salían sonrientes del campo, sobre todo los pequeños y más si habían podido hacerse con alguno de los regalos lanzados por los jugadores o con un autógrafo, pero también hubo quién sufrió una pequeña decepción. “Vienen con una ilusión tremenda. No se ve todos los días entrenar al equipo en La Catedral. Es una buena iniciativa”, decía Diego, que llevó a su hijo Ander. Sin embargo, Lander salió del campo desilusionado. No había podido conseguir lo que iba buscando. “Hemos estado en una esquina donde parece que no se ha querido acercar nadie. Al ser la primera vez que viene a San Mamés se ha llevado un poco decepción. Han entrado muy rápido al vestuario y no han sido capaces de dar ni siquiera una vuelta para saludar a la afición. Había traído un papel para que le firmaran, pero no hemos podido. Esperemos que en la próxima nos hagan más caso”, argumentaba su ama Oana.

“Bien, ha estado entretenido. Los chavales han disfrutado, estaban con ganas”, decía Aitor. Este aficionado vestido con la zamarra zurigorri ve al equipo de Valverde “un poco irregular” y tiene esperanzas de que logre una plaza europea, pero como séptimo clasificado. Parece que no le ve con opciones de alcanzar al menos el sexto puesto que asegura viajar por el viejo continente la próxima temporada. “Nos hemos llevado el chasco de la eliminación de Copa, pero en Liga tenemos todas las opciones abiertas. Hay que estar a tope en lo que queda”, añadía Diego respecto al plano deportivo. El déficit es el que todo el mundo apunta. “Nos falta un goleador que acumule muchos tantos. Ahora los tenemos muy repartidos. Tenemos jugadores que meten siete, ocho... pero nos falta un Aduriz. Si tuviéramos eso igual estaríamos hablando de ser primeros o segundos. Bueno es que estando como estamos nos sepa a poco. Es buena señal. Otros años hemos estado peor”, señaló