Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Triunfo de oro para aferrarse a la vida
El Espanyol venció a un peleón Rayo con goles de Darder y Melamed y se coloca a un punto de la salvación tras salvar el primer ‘match ball’
Hay vida para el Espanyol, todavía hay tiempo para lograr la salvación. Se debe seguir creyendo. El equipo de Luis García salvó ayer su primer ‘match ball’, inyectándose oxígeno en vena gracias al importantísimo triunfo sobre el Rayo. Rompió su nefasta racha y se coloca a sólo un punto de la salvación que marca ahora el Getafe con 35. No podía fallar pues quemaba su último cartucho y, por fin, salió cara, volvió a ganar.
El Espanyol se avanzó con un gol de Darder, pero al filo del descanso igualó De Tomás de penalti. Y ya en la segunda parte Nico Melamed firmó el tanto de una sufrida victoria pues el Rayo achuchó hasta el final, aguantando los pericos como jabatos para llevarse tres puntos de oro de Vallecas.
Luis García hizo dos cambios en su once respecto al que mostró en el derbi. Puado suplió al lesionado Braithwaite en punta, mientras que Calero saltó en lugar de César Montes. El técnico perico cambió de dibujo, colocando una zaga de cuatro y Calero por delante, formando el doble pivote con Darder. Mientras en el Rayo destacó la titularidad de Raúl de Tomás.
El duelo arrancó intenso con un Espanyol en- chufado aunque el Rayo se hizo con el balón desde el primer suspiro. En el minuto 15 Joselu ya avisó con un disparo lejano, respondiendo RDT a la contra en el 22’.
El equipo local hacía mucho daño por su banda izquierda con un Álvaro García en estado de gracia y un Trejo que llevaba veneno. Mandaba el Rayo, pero el primero que mordió fue el Espanyol.
En el 23’, Darder cazó un balón suelto en la medular y engatilló un balón cruzado para batir a Dmitrievski. Con el 0-1 el Rayo se volcó aún más en al área perica pero pese a tener espacios y llevar de cráneo, por momentos, a la zaga perica, le faltaba precisión. Apretaban los de Iraola y Sergi Gómez fue providencial en el 34’ para barrer un centro peligrosísimo de Álvaro García, una pesadilla.
Parecía que el duelo iba llegar al descanso con ventaja perica pero en el 42’ cayó la jugada desgraciada, un penalti ingenuo, innecesario a favor del Rayo.
En el 42’ Óscar Gil, en su intento de tapar la incursión del extremo local, abrió el brazo y tocó el balón con la mano. Penalti claro y De Tola más lo transformó sin problemas, poniendo el 1-1 en el luminoso. Mazazo para un Espanyol que estaba controlando bien el partido.
Antes de irse a la ducha, tuvo el segundo con un testarazo de Sergi Gómez que desbarató Dmitrievski. Y De Tomás, muy activo, tuvo chance antes del descanso.
En la reanudación ninguno de los entrenadores movió fichas y el juego arrancó de nuevo eléctrico, con ocasiones en ambas áreas. En el 49’ Comesaña se fue de todos y aprovechó una mala salida de Pacheco para irse hasta la cocina pero
se le fundieron los plomos in extremis. Se aceleró el partido y los de Luis García, muy metidos, se fueron con todo arriba. Nico Melamed avisó en dos ocasiones y Ciss dio la réplica con un disparo de fantasía a bocajarro (52’). También la tuvo Isi Palazón. Locura en reanudación, se mascaba el gol. Y cayó en el área local.
En el 60’ un robo de Brian Oliván lo atrapó Darder y se inventó un disparo que escupió el palo, pero el rechace lo cazó Melamed que remató con el alma para poner el 1-2. Volvía a ponerse por delante el Espanyol.
El Rayo mandaba pero seguía adoleciendo de puntería ante un equipo perico agazapado, intentando abortar las internadas desde la banda izquierda. La intensidad empezó a pasar factura en las piernas de los jugadores y los entrenadores movieron fichas. De Tomás, aplaudido, dejó el campo y por el Espanyol Luis García dio entrada a Keidi Bare y se vio obligado a cambiar a un lesionado Sergi Gómez.
El Espanyol sufría pero aguantaba el tipo ante un Rayo que ya no era tan canino a la contra. Es más, el once catatán tuvo la sentencia en el 83’ pero Puado falló solo ante el portero. Hubiera sido la puntilla. La recta final fue un correcalles con un Espanyol defendiéndose con todo y un Rayo lanzado, buscando el error perico para salvar un punto y soñar con Europa. El triunfo no se le escapó a un Espanyol herido pero no de muerte. El miércoles se mide al Atlético, otra final. Ayer se inyectó vida, hay margen para el milagro