Una remontada con sello de Bermeo

➔ Unai Gómez le insufló al Athletic la energía que necesitaba en la segunda mitad y Jauregizar provocó el robo que dio origen al 3-2

➔ Continúan las rotaciones forzadas en el centro del campo del Athletic con magníficos resultados. Con Herrera con una carga importante de minutos en los últimos envites, con Galarreta fuera de la lista y con Dani García aún no recuperado, Valverde apostó de inicio contra el Barça por un Vesga que estaba renqueante y por el comodín Prados. Dos medios centros más posicionales. Sin esa alternancia que es cuando los leones multiplican sus virtudes y permiten la conexión con los aviones que tienen por delante.

Golpeó pronto, pero el Athletic no terminó de estar cómodo en la primera mitad. El Barça le metió cloroformo y se jugó a un ritmo que le interesaba. Fue a partir de la segunda parte cuando fueron más reconocibles los de Valverde. Desde la entrada de Unai Gómez para formar tándem con Prados. Una pareja de novatos que han debutado este curso para remontar contra todo un Barcelona.

El bermeano entra con una bombona de energía a cada partido. Lo hizo para ganar a la UD Las Palmas, para mantener la intensidad en Eibar en un triunfo plácido y para intentar salvar un punto de Mestalla. Prados se escalonó y todo comenzó a fluir en el conjunto bilbaíno.

Cuando el Athletic tiene esa red de seguridad por dentro, se genera un ecosistema que permite que luzcan los Sancet, Nico Williams y compañía. Prados, por cierto, es el jugador de campo con más minutos en Copa. Por delante solo figura Julen Agirrezabala, que se marcha un pleno en la portería.

Unai Gómez le dio presencia en el área. Garra para salvar la pelota y encontrar a Nico para que pusiera un centro medido a la cabeza de Guruzeta poco después del empate a dos. Es un ‘box to box’ de manual. Otro que se alimenta del esfuerzo. Robó y salió en estampida desde su propio campo en los minutos finales, cuando el Barça languidecía, y cerca estuvo Sancet de evitar la prórroga.

Mezcla de alegría y llanto

Prados dijo basta en el noventa para que entrara la experiencia de Herrera. Antes había dado un clínic en ganar duelos. 9 de 13. Y sin arrugarse cuando le buscó Ferran Torres para intimidar. Eso sí, Sánchez Martínez repartió amarillas a partes iguales. La gasolina de Unai duraba más, pero también tuvo que retirarse en el 105’ para chocar la mano con su paisano Jauregizar. Un chaval que empezó la campaña en el filial y que no había nacido la última vez que el Athletic perdió una eliminatoria a partido único en Copa, en Torrelavega en noviembre de 2003.

Todo quedaba en casa. Una remontada ‘made in Bermeo’. Un minuto tardó desde que pisó el verde hasta que se abalanzó sobre Sergi Roberto para provocar el robo que dio origen al 3-2. Entendió a la perfección que debía poner al servicio del colectivo su frescura en las piernas. Estiró al equipo y se quedó a nada de asistir a Williams para su doblete. La foto de la celebración del tanto de Iñaki es la imagen de la noche. En medio de un éxtasis colectivo, la cara de Jauregizar expresaba una mezcla de alegría y llanto de felicidad en su primera gran noche como león ●

Prados es el jugador de campo que más minutos lleva disputados en la Copa del Rey