Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Iñaki Williams: llegar, ver y vencer
La noche vivida el pasado miércoles en San Mamés se recordará durante algún tiempo. El Athletic tumbó al Barça en la Copa con dos goles de los Williams. Iñaki, el mayor de ellos, acababa de aterrizar en Bilbao.
El gol es rachero”, solía decir el bueno de Joaquín Caparrós durante sus tiempos de entrenador del Athletic. Kuko Ziganda, que antes de míster había sido delantero centro del primer equipo rojiblanco, venía a reflejar lo mismo en su etapa de jugador con una expresión diferente, pero con idéntico sentido: “Hay veces que estás de que no y veces que estás de que sí”.
La jornada del miércoles pasado resultó especialmente intensa para uno de los componentes de la actual plantilla de Valverde .Todo había comenzado horas antes cuando se confirmó la eliminación de la selección de Ghana de la Copa de África tras la victoria de Camerún sobre Gambia. Ese resultado desató el efecto dominó que acabaría con Iñaki Williams en Bilbao a tiempo para tomar parte en el duelo copero contra el Barça.
Predestinado
El delantero del Athletic e internacional ghanés estaba llamado a ser uno de los grandes protagonistas del cruce entre los leones y el Barça. Su viaje en avión desde Costa de Marfil a la capital vizcaína con escala previa en París, dicen, fue el más seguido de todo el mundo ese día vía web. El ariete bilbaíno aterrizó en suelo vizcaíno a primera hora de la mañana sonriente y ofreciéndose para participar en el cruce de cuartos frente a los de Xavi.
Valverde sorprendió dando entrada en el once titular de tal trascendental encuentro a Adu Ares. El joven extremo cumplió con su cometido antes de que la afición rojiblanca recibiese al mayor de los Williams como un auténtico héroe. Nada podía salir mal desde la perspectiva Athletic en tal emotivo escenario y no salió.
Iñaki Williams entró en acción nada más saltar al verde y fue a un suspiro del final de la primera parte de la prórroga cuando llevó al éxtasis a la afición de San Mamés. Un gol con suspense y plagado de la suerte que tiempo atrás le faltó de cara a portería. Esta vez el balón impulsado por él en primera instancia pegó en el palo y salió rebotado a su pierna buena con el meta rival ya batido. El resto es historia