No hay que volverse locos

Conviene tener los pies en el suelo. El Athletic pasó en apenas cuatro días de ser considerado como un equipo fabuloso por su victoria copera en el Metropolitano a no valer para casi nada tras el empate sin goles posterior en Liga frente al colista Almería. Ni una cosa, ni la otra.

Alos rojiblancos no les salió un buen partido frente al equipo de Gaizka Garitano. Las declaraciones de Yeray al término del mismo vinieron a dejar clara cuál era la sensación general en el vestuario bilbaíno tras ese pobre empate a cero. Los leones, cierto es, desaprovecharon una buena ocasión para haber regresado a la zona Champions.

Los de Valverde se preparan ahora para recibir en San Mamés la visita del sorprendente Girona. El equipo de Míchel, segundo en la tabla clasificatoria, viene de perder su primer encuentro a domicilio en lo que va de Liga: 4-0 en el Bernabéu. Los albirrojos, por cierto, también cosecharon idéntico resultado que el Athletic no hace mucho en el feudo del Almería. Tras aquel 0-0, su entrenador aseguró públicamente que los locales habían merecido más.

Mejor, por tanto, no perder la perspectiva. Más que el resultado cosechado en esta última jornada liguera, lo que desentonó fue la pobre imagen ofrecida por el conjunto bilbaíno primero once contra once y después once contra diez. Hasta el mejor escribano echa un borrón, solía decirse.

Ahora de lo que se trata es de estar a la altura ante el Girona. De evitar que se repita lo del pasado año en San Mamés ante los de Míchel. Hay partido