Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
El Athletic alimenta las dudas fuera
Dos puntos de doce en las últimas cuatro salidas y solo un gol a favor. ¿Irreconocibles en Sevilla o ya nos lo esperábamos? Sin intensidad los leones no son nada y el domingo sus cabezas estaban en la semi del jueves.
Ya lo dice Eckhart Tolle en su archiconocido libro ‘El poder del ahora’. Hay que vivir el momento, con intensidad. De nada sirve proyectarse en el futuro, lo único real es el aquí y ahora. Y las mentes de los jugadores rojiblancos estaban en Bilbao y en jueves.
¿Resultado? El esperado. En términos de las aseguradoras, lo del Athletic en el Villamarín fue un siniestro total de manual. Todo lo que podía salir mal, salió mal, o peor. Lo único positivo es que el avión de vuelta aterrizó sin contratiempos. El resto, un desastre en forma de derrota, sanciones y lesionados.
Y aún así, Ernesto Valverde hizo lo que debía, en mi opinión, salir con todo. Ni rotaciones ni leches. De ganar, el Athletic dejaba casi sentenciada la quinta plaza. No podía dejar pasar la ocasión de acabar con un rival que, además, venía de partido europeo y con el equipo tocado.
Pero nada salió como debía. Ni presionó con fe ni fue vertical ni defendió con firmeza. Y al rival, que tampoco fue nada del otro mundo, le salió todo.
Imagen lamentable
La imagen fue lamentable. Viendo el despropósito, la tropa del Cholo se habrá juramentado para vencer en San Mamés. Menuda banda, habrán dicho ante la tele. Esperemos que se confíen.
El jueves será otra historia, seguro. Para los pesimistas, decirles que hace 40 años, perdimos en el Villamarín 5-1 y unas semanas después éramos campeones de Liga.
Uriarte, por si acaso, debería ordenar que se esculpiera en el túnel de acceso al césped de La Catedral un eslogan del tipo “Sin intensidad no somos nada”, para que lo leyeran sus jugadores y lo grabaran a fuego en sus cerebros a modo de recordatorio, como el memento mori de los césares victoriosos ●