Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los leones se ganan el pase a la final a base de eficacia
➔ A Sevilla. El Athletic volverá a estar en una final de Copa tras dejar en la cuneta al Atlético de Madrid. El Mallorca aguarda a los leones en la cita fijada para el 6 de abril en La Cartuja. Queda mucho tiempo por delante todavía para pensar en ese decisivo encuentro.
Los de Valverde redondearon ayer en San Mamés la faena que iniciaron semanas antes en el Metropolitano. Los colchoneros, un rival de Champions, dejaron clara su intención de buscar la remontada del 0-1 de la ida en campo contrario, pero se estrellaron frente al consistente y sólido muro bilbaíno. Los leones, qué diferencia con la semi del pasado año ante Osasuna en este mismo escenario, demostraron además una pegada propia de los campeones.
Sus tres primeras llegadas se convirtieron en dos goles con los Williams de protagonistas. Primero marcó el mayor a pase del pequeño.
Después el pequeño a pase del mayor. Duro palo, sin duda, para un rival que pese a lo que pueda dar a entender el 3-0 definitivo lo intentó a su manera desde el primer minuto.
Los leones vuelven a estar a las puertas de ganar un título cerca de un cuarto de siglo después. Por intentarlo no ha quedado en los últimos años. Esta vez, eso sí, su pase a la gran final ha tenido la impronta de los grandes campeones. Sólo queda rematar la faena.
Tres cambios
Valverde afrontó el partido con tres cambios respecto al once titular que venía de arrancar en el Villamarín. Agirrezabala, a modo y manera de lo que viene sucediendo en la Copa, formó bajo palos en detrimento de Unai Simón; Lekue, recuperado, entró por Yuri, lesionado, en el lateral zurdo; e Iñaki Williams volvió a la banda derecha con su hermano desplazado a la izquierda y Berenguer al banquillo. Galarreta y Beñat Prados repitieron en el doble pivote.
Simeone optó en esta ocasión por jugar con defensa de cuatro con Molina en banda derecha y Hermoso en el otro costado. La siguiente novedad vino dada por la presencia de Llorente en el centro del campo en vez del esperado Barrios. Con Griezmann en la grada por lesión, Correa y Morata compartieron la delantera.
El Atlético empezó mejor que el Athletic. Con las ideas más claras, ocupando bien los espacios acercándose incluso a los dominios de Agirrezabala dando sensación de peligro. Lino y Hermoso tuvieron así sus opciones antes del minuto diez.
A los de Valverde no les hizo falta mucho para ponerse por delante en
el marcador. Jugada por banda de Nico Williams y balón a la red impulsado por su hermano Iñaki en el minuto 13. La dinámica del encuentro no varió a partir de ahí. Los leones, agazapados atrás, a punto estuvieron de hacer el segundo en una jugada en la que los Williams cambiaron los roles.
Morata y Correa, con los colchoneros insistiendo, volvieron a disponer de sus opciones para recortar distancias, pero lejos de conseguirlo vieron como los hermanos Iñaki y Nico, esta vez sí, fabricaban el 2-0 al borde del descanso. El mayor apuró una entrada por su banda y centró para que el pequeño rematase a bocajarro. La eliminatoria se ponía así prácticamente imposible para un
Atlético que además venía de perder 0-1 en la ida.
El arranque de la segunda mitad dejó patente que los leones estaban por la labor de sentenciar, si no lo estaba ya, por la vía rápida. Nico, Sancet y Guruzeta lo tuvieron en sus botas, pero no acertaron a dar en la diana. Simeone optó por jugársela con un triple cambio: Reinildo, Barrios y Memphis. Lejos de inmutarse, el Athletic supo hacerse fuerte atrás y aprovechó su siguiente llegada ante Oblak para certificar su presencia en la gran final. Guruzeta, en su sitio, fue el autor del tanto.
Los colchoneros se vieron sometidos durante unos minutos más, pero luego tiraron de profesionalidad y orgullo en busca al menos del llamado gol de la honrilla. Los leones, con Dani García, Unai Gómez, Berenguer, Yeray y Raúl García como hombres de refresco, siguieron a lo suyo hasta cantar victoria. Sevilla espera