Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
Los pitidos a Iñigo Martínez
El central de Ondarroa regresó por primera vez a San Mamés con la camiseta del Barça tras militar seis temporadas en la escuadra bilbaína. Sorprendió, en primera instancia, porque lo hizo como suplente.
Suplente de un chaval de 17 años, Pau Cubarsí, y hubo que esperar hasta la segunda parte para verle sobre el césped con la camiseta del Barcelona.
El ingreso de Iñigo Martínez en el terreno de juego provocó algunos pitos entre los aficionados y a partir de ese momento, cada vez que tocaba el balón, una parte de la grada acompañaba sus acciones con música de viento. No fue mayoritario, ni abrumador, pero sí suficiente para dejar claro que el athleticzale no vio con buenos ojos las formas que empleó para abandonar el club zurigorri.
El jugador quiso marcharse desde el primer momento y el relato que trató de construir el ondarrutarra y su entorno para protegerse no llegó a calar a tenor de lo que vivimos en La Catedral. El futbolista estaba en su derecho de querer probar fortuna en otros lares, como han hecho otros muchos jugadores rojiblancos, pero lo que le afearon cientos de hinchas fue el modo de salir del Botxo intentando convencer al personal de que se iba casi obligado. Ha quedado claro que el seguidor rojiblanco no se deja engañar fácilmente como piensan algunos.
El recambio de Lezama
A mí personalmente no me gusta que se pite a ningún exleón, pero entiendo que todos aquellos que se sintieron engañados por el exjugador de la Real Sociedad mostrasen su contrariedad de alguna forma. Los silbidos no vinieron acompañados de insultos ni nada parecido, algo que hubiera traspasado el límite de la educación y respeto hacia un jugador que ha defendido la camiseta del Athletic con dignidad. Siempre y cuando no se enfrente ni perjudique a los leones, que le vaya bonito.
La marcha de Iñigo parecía una tragedia el pasado verano y* nos ha servido para acabar de descubrir a un central que pue- de marcar época en Bilbao. Aitor Paredes se ha consolidado en el centro de la zaga y es uno de los destacados del curso, especial- mente en los últimos partidos. Contra el Barça volvió a ser cla- ve para dejar la portería a cero.
El central de Arrigorriaga ha ganado en confianza con balón y no se arruga en las disputas ni ante nadie. Desborda carácter y eso es algo que en este mundo de gallitos en Primera División es necesario. Esto no quita, en cualquir caso, para recordar que la planificación deportiva en esa posición ha sido mala y sólo la suerte, habrá que tocar madera, y la garra de Paredes y Vivian, ausente por sanción ante el Barça, han servido para salir del bache cuando han llegado curvas ●