Mundo Deportivo (Bizkaia-Araba)
SAN MAMÉS SE RINDE A LOS SUYOS
➔ La afición recibe con una ovación atronadora al Athletic en su primer partido tras ganar el título de Copa ➔ El Villarreal y el conjunto campeón del 84 realizan el pasillo de honor a los leones con una grada enfervorizada ➔ El equipo de Valverde no puede poner el broche de oro con una victoria: Parejo equilibra el gol de Sancet
➔ El Athletic puso el colofón a una semana mágica. El equipo de Valverde ganó hace ocho días, en la madrugada del domingo 7 de abril, el título de Copa con esa final ante el Mallorca que ya ha quedado grabada para siempre en la memoria de todos los aficionados, con suspense de por medio en la tanda de penaltis. Después se han sucedido los reconocimientos, primero con la llegada del equipo a Lezama y sobre todo el pasado jueves con la travesía en Gabarra por toda la Ría, las recepciones oficiales en el Ayuntamiento y la Diputación y el saludo de los jugadores desde las balconadas de ambos edificios. Un día que ha servido para demostrar al mundo la valía de una afición única, como único es su equipo.
Ayer era el turno de volver a casa y ofrecer la Copa a toda la hinchada. La grada se volcó con los suyos como siempre ocurre en Bilbao en las ocasiones señaladas. No todos los días se gana un trofeo de Copa. En el Athletic han tenido que pasar 40 años.
Cuando Unai Simón y Julen Agirrezabala salieron a calentar tres cuartos de hora antes de comenzar el partido ante el Villarreal, ya se pudo percibir que no era una tarde más. Los dos cancerberos recibieron el aplauso de los pocos aficionados que en ese momento estaban en las gradas. La ovación fue bastante mayor cuando salieron a ejercitarse los leones de campo elegidos por Valverde, De Marcos, Vivian, Paredes, Yuri, Prados, Vesga, los hermanos Williams, Sancet y Guruzeta. Y el campo se cayó cuando saltó al terreno de juego el equipo para jugar ya con el Villarreal, incluido el cuerpo técnico dirigido por Marcelino, exentrenador rojiblanco, y el Athletic campeón de Copa del año 84 haciendo el pasillo de honor como corresponde en estas oportunidades. Por allí se pudo ver a
los Clemente, Urtubi, Sarabia, Txato Núñez, Patxi Salinas y compañía.
El cántico de Txapeldunak, txapeldunak!!! y Athletic, Athletic, oe, oe!!! sonó atronadoramente con todos los athleticzales ondeando sus bufandas. A continuación los leones actuales posaron con los entrenados por Clemente con la Copa en medio. Dos generaciones de campeones. El relevo que se había hecho esperar demasiado tiempo. Ya no había tiempo para más. Tocaba ponerse el mono de trabajo. Cuadra Fernández pitó el inicio del encuentro y con ello se puso fina a las celebraciones. Entonces, era momento de centrarse en el partido, todavía con mucho en juego, nada más y nada menos que lograr una plaza de Champions una vez asegurada la Europa League.
El compromiso correspondiente a la jornada 31 de Liga comenzó con dos sustos, el primero el penalti errado por Gerard Moreno y el segundo un disparo de Alex Baena que tuvo que sacar Paredes. A continuación el público felicitó a De Marcos por su 35 cumpleaños. Lógicamente era el minuto 18, el dorsal que lleva en su espalda.
Oihan Sancet anotó el 1-0 después de un gran pase de Herrera y la dejada de cabeza de Guruzeta. Parecía que los tres puntos se quedarían en casa, pero entonces llegó el penalti por mano de Yuri Berchiche y el 1-1 anotado por Dani Parejo.
La afición protestó mucho la jugada, como también lo hizo por otra posible pena máxima, en esta ocasión no señalada, por un agarrón de Pedraza a Nico Williams.
El Athletic no pudo poner el broche de oro a una gran tarde. La victoria se escapó en el tiempo de prolongación, pero pasado el tiempo nadie recordará este partido por el empate. Lo recordarán por el día en el que el equipo ofreció la Copa a la afición. El cierre a unos días inolvidables ●