Simeone no varía su fórmula
El Atlético de Madrid venció por 1-0 al Tottenham gracias a un gol a balón parado de Godín (40’) y a las paradas salvadoras del meta Oblak
Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, suele defender una idea que es puro sentido común. Conviene no sacar demasiadas conclusiones de los partidos de preparación porque son precisamente eso, de preparación. A nadie se le ocurriría juzgar un cuadro a medio pintar, una obra de teatro sin su último acto, una obra arquitectónica sin rematar o un tema a medio terminar.
Pues en el caso del Atlético sigue siendo un proyecto inacabado. Muy hecho, de estos años atrás, pero inacabado aún porque hay una serie de incógnitas que sólo podrán resolverse con el paso de las semanas, pero sobre todo de los compromisos oficiales de la temporada. El equipo de Simeone tiene los automatismos defensivos, de presión, de intensidad, de juego a balón parado y de ataque muy aprendidos de las temporadas anteriores. Por ese lado nos podemos encontrar con un equipo muy reconocible, pero con la incógnita de cómo afectará al equipo la presencia de futbolistas como Nicolás Gaitán o ese ‘9’ que pueda llegar, ya sea Diego Costa, Kevin Gameiro o el ‘outsider’ de turno.
En Australia faltaban tipos como Juanfran, Augusto, Koke, Griezmann, Carrasco... Algún otro. Nombres importantes que serán pilares en el curso que se avecina. Con ello y con todo, la virtud de este equipo es precisamente lo antes dicho, que es un equipo. Puede que le falte preparación, piernas y pulmones, algo que se irá ganando con el trabajo y que en este punto de la preparación pueda pesar lo suficiente como para que la imagen resultante del partido esté distorsionada, pero también es necesario reconocer que este Atlético es una garantía.
Esta segunda prueba fue más seria para el equipo rojiblanco. Simeone apostó por un once en el que sólo había un fichaje -Vrsaljko-, y un futbolista que no tendrá sitio en la primera plantilla de este curso (Héctor). Más allá de ello, un once que podría competir en cualquier partido del curso venidero. Y que fue un ‘test’ serio se vio en el hecho de que tras la primera mitad ni siquiera se diese el reguero de cambios habituales en estos partidos de pretemporada.
El Tottenham inició la preparación días antes que el Atlético. Concurría a este partido con un partido más de preparación y sobre todo llevaba cinco días más en Australia que el cuadro colchonero, circunstancias todas ellas que se notaron en la primera fase del partido. Los de Pochettino tenían más ‘feeling’ de fútbol y en media hora habían impactado el balón en el larguero (Onomah, 11’), en el palo (Lamela, 22’) y un disparo inicial que se envenenó al contacto con Oblak (Erikssen, 7’) y que casi entra.
Con todo, según avanzó el choque, el Atlético se asentó. Torres lo intentó con dos disparos; Godín tuvo un cabezazo a balón parado y el asunto se equilibró. El centro del campo colchonero le ganó la partida al inglés. Gabi; Tiago y Thomas generaron una linea casi infranqueable para los ‘Spurs’, que tocaban y tocaban sin encontrara una vía de entrada. Entre los tres, en los primeros 45 minutos, sumaron más de 20 recuperaciones.
El Atlético se llevaba dos de cada tres balones divididos y como bloque reconocible sacó partido de una de sus virtudes, el balón parado. Y fue así como se adelantó el equipo del ‘Cholo’. Falta desde la frontal botada por Gabi, peinaba Onomah tratando de despejar y Godín remachaba cambiando la dirección para batir a Vorm.
Siempre Oblak
El equipo rojiblanco salió algo más retraído en la segunda mitad, consecuencia del empuje inglés y del cansancio propio. El Tottenham comenzó a acumular ocasiones, especialmente peligrosos sendos obuses, uno de Mason en el 60’ al que Oblak respondió con un paradón a contrapié; el segundo una falta de Janssen en la frontal (62’) . Y donde no llegaba el esloveno, llegaba Savic, que si las lesiones le respetan apunta a titular con Godín.
En la segunda parte quiso gestionar la ventaja mínima del marcador para buscar un segundo que estuvo cerca de encontrar en un cabezazo de Saúl que iba para dentro hasta que encontró la espalda de un rival. También la tuvo el ilicitano en una falta frontal al área, que se marchó cerca de la escuadra. Una faceta, ésta de Saúl, que no habíamos visto pero que suma más dorado a un canterano de oro. Lo intentó Amath también con disparo desde la frontal y otra que buscó en una contra, el palo largo y lo rozó.
Mientras Pochettino introducía un enorme número de cambios, Simeone medía más el refresco y para muchos de los que iniciaron fue su primer partido completo. En términos generales, buena prueba para el equipo rojiblanco con sensaciones positivas, que es de lo que se trata a estas alturas de película
Aunque le falte preparación, este Atlético continúa siendo una garantía Los de Simeone supieron gestionar su ventaja gracias a su gran portero