Acortar plazos, el desafío de Agirretxe
El delantero afronta una recuperación de entre dos y tres meses por lo que no es una quimera pensar en que vuelva antes de que acabe 2016
Aunque Willian José ha logrado ocupar su lugar con acierto y ha impactado a la afición txuri urdin con sus goles y sus buenas actuaciones en los dos últimos partidos en Anoeta, cada semana se añora el concurso de Imanol Agirretxe. El viernes se cumplirán dos semanas desde que fue operado, por segunda vez, en Madrid de su tobillo izquierdo, día en el que, casualmente, también habrán transcurrido nueve meses desde que Keylor Navas le lesionara con su imprudente salida. El guipuzcoano, que trata de no perder el ánimo ante un contratiempo de tal gravedad, ha comenzado ya la rehabilitación en Zubieta y afronta ahora la tarea de recortar los plazos que le permitan regresar cuanto antes a los terrenos de juego.
Agirretxe y el club txuri urdin trabajan con la esperanza de que haberse puesto en manos de Niek van Dijk sea la solución definitiva al mayor problema médico que ha afrontado la Real en mucho tiempo. Los plazos de recuperación que le han dado al delantero son de 2 a 3 meses por lo que, a partir de ahora, comienza una cuenta atrás que, en el mejor de los casos, permitiría al goleador de Usurbil regresar a los terrenos de juego antes de que termine 2016. Es una hipótesis que no se descarta en el seno de la entidad txuri urdin.
Las primeras sensaciones tras la operación están siendo buenas, aunque todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones respecto a la evolución de la articulación. Hasta que Agirretxe no pueda calzarse las botas, empiece a correr o a realizar algunas maniobras propias del desarrollo de su profesión no se podrá saber si el paso por el quirófano ha sido un éxito o no. No hay que perder de vista, de hecho, que al tratarse de una segunda intervención quirúrgica, tanto los servicios médicos como el propio jugador son especialmente prudentes respecto al devenir físico del goleador blanquiazul.
Trabajo en la sombra
A Agirretxe todavía le quedan varias semanas de trabajo en la sombra antes de poder aspirar a acercarse al césped. Octubre será un mes de camilla y gimnasio y, si todo va bien, en noviembre tendría que empezar a correr y a tocar algo de balón. Tras la primera operación, Agirretxe tardó tres meses y medio en calzarse las botas, que fue cuando empezó a comprender que algo iba mal.Si ahora, como se prevé, la solución ha sido definitiva, a finales de noviembre, cuando hayan pasado dos meses y medio desde la operación, el futbolista tendría que estar emitiendo señales positivas. Todo, eso sí, en función de la evolución diaria de una recuperación en la que Agirretxe va trabajar día y noche con el objetivo de recortar los plazos y poder volver a disfrutar del fútbol