Victoria al ralentí
La Real se impuso ayer al Alavés sin apenas despeinarse. En la primera jugada dio la sensación de que los vitorianos iban a presionar arriba a los donostiarras, pero nada más lejos de la realidad. Entre que los de Pellegrino se quedaron cerrados atrás y que los de Eusebio ¡esta vez sí! supieron jugar hacia adelante, combinando en campo contrario y acosando (o por lo menos merodeando) el área rival, la calidad técnica y las combinaciones realistas se fueron imponiendo poco a poco, al ralentí, sin alardes ni jugadas vertiginosas que desbordasen a los alaveses ni emocionasen a las gradas, pero imponiéndose por su propio peso según los jugadores más creativos de la Real iban sumando pases, paredes, cambios de juego y centros al área.
Sin necesidad de apretar el acelerador, generar jugadas de uno contra uno, ni tan siquiera tener que cambiar de ritmo, las combinaciones de los de dentro y las incorporaciones de los laterales fueron suficientes para que apareciesen las suficientes ocasio- nes de gol