El otro derbi reclama su lugar
Gran ambiente y buena entrada en Anoeta
No se encontraban las aficiones de la Real y el Alavés en Primera División desde 2006 y en la vuelta del ‘otro’ derbi a la máxima categoría, ambas hinchadas recordaron al mundo la concordia existente entre ellas, propiciando un gran ambiente tanto en Anoeta durante el partido como en Donostia durante todo el día.
Los seguidores albiazules poblaron las calles de la Parte Vieja desde media mañana y compartieron tragos con los aficionados de la Real que se dejaron ver por el casco antiguo donostiarra. A primera hora de la tarde, los hinchas se citaron en el Boulevard para partir en kalejira hasta Amara. La ruidosa marcha alcanzó Anoeta entre cánticos y ánimos y, antes de entrar en el campo, hubo una ofrenda floral en el busto de Aitor Zabaleta, siempre en la memoria de las aficiones vascas.
Ruidosa afición
Ya en el campo, la hinchada babazorra llenó hasta la bandera la zona habilitada para la afición visitante en el fondo Norte. Desde allí fueron protagonistas, puesto que no dejaron de animar a su equipo durante todo el partido.
No obstante, a la que le tocó disfrutar fue a la parroquia local, que gozó con los goles y el juego de la Real y volvió a iluminar el campo con las linternas de los móviles para celebrar el buen encuentro firmado por Carlos Vela.
Entre realistas y babazorros lograron que el campo de Amara registrara una buena entrada, la segunda mejor de la temporada, con 24.224 espectadores que dejaron 89.600 euros en taquilla. El ‘otro’ derbi ha vuelto con fuerza