El Alavés deja a Gaizka Garitano en el alambre
Manu García desequilibró un partido en los que los gallegos salieron despedidos por su afición entre abucheos
El Alavés se recompuso del 0-6 que encajó ante el Barça con una victoria (0-1) que hiere en LaLiga Santander al Deportivo de La Coruña, del que había sido verdugo en la Copa del Rey, y deja a Gaizka Garitano en el alambre.
Con un penalti, el Alavés castigó la falta de precisión en ataque de los locales, que perdonaron sobre todo en el primer periodo, y ven más cerca las posiciones de descenso por haber acumulado seis partidos seguidos sin ganar. Después de no haberse impuesto en ningún partido en 2017 y tras dos derrotas consecutivas, Garitano, retocó el once ante el Alavés y Germán Lux, Luisinho y Bruno Gama tuvieron protagonismo en los primeros minutos de partido. Precisamente de las botas del interior luso nació la primera oportunidad de los gallegos, con un remate desviado de Kakuta, al que le seguiría otro de Sidnei.
El Alavés aguantó el empuje inicial de los locales y respondió también a balón parado con un cabezazo de Laguardia, pero Lux anduvo rápido para despejar. A pesar de ese aviso, los coruñeses siguieron llegando con claridad al área del Alavés, pero sin suerte ni puntería, como en un disparo de Gael Kakuta que se estrelló en el larguero. Si el conjunto gallego rozó el gol en esa acción, el Alavés también lo pudo firmar cuatro minutos más tarde. Ibai Gómez le sirvió el balón al espacio a Deyverson que, solo ante Lux, no fue capaz de disparar entre los tres palos.
Deportivo y Alavés se dieron una tregua hasta el descanso y en la vuelta al césped los de Garitano lograron encerrar a los de Pellegrino en su campo durante casi quince minutos, aunque de nuevos sin acierto. Después de haber resistido los golpes que había intentado el Dépor, el Alavés fue ganando metros y a los 67 minutos consiguió provocar un penalti por un ligero agarrón de Albentosa a Manu García, protestado por el central, que aprovechó el propio centrocampista para desequilibrar el marcador con un disparo centrado.
Lejos de sentirse intimidado, el Alavés se mostró cómodo al abrigo de Llorente y Lux evitó el segundo con un paradón y la ayuda del larguero. En los últimos instantes, Feddal sacó bajo palos un disparo de Luisinho con Pacheco ya batido, y el conjunto vitoriano se llevó los tres puntos de Riazor para dejar herido al Deportivo (silbado por su público) en Liga un mes después de haberle rematado en Copa