Excelencia y crueldad
La Real jugó francamente bien y me niego a que el resultado final me cambie la opinión. La posesión fue abrumadora (que en sí misma no es garantía de nada, pero al menos demuestra la intención con la que sales al campo) pero es que además la Real no se limitó a tener el balón, sino que durante dodo el partido lo movió tratando de abrir las líneas adversarias; combinó buscando superioridades y desbordes por ambas bandas; asedió al Villarreal llegando a línea de fondo y centrando balones tanto por arriba como por medio de pases atrás; probó también las combinaciones por dentro e incluso los tiros desde fuera del área… Pero es que incluso estuvo perfecta tanto en la presión inmediata como en las carreras atrás cuando ellos trataban de contraatacar. ¡Qué injusto!